Manuel Tello, vecino de Altafulla, recibe la Medalla Centenaria de la Generalitat

Manuel Tello Sancho, vecino de Altafulla, ha recibido recientemente la Medalla Centenària de la Generalitat por su 100 aniversario. El acto de homenaje tuvo lugar el pasado sábado y los encargados de otorgarle esta distinción fueron el alclade de Altafulla, Fèlix Alonso, y la segunda teniente de alcalde y concejala de Cultura, Montse Castellarnau.

En el acto no pudo asistir el conseller de Treball, Assumptes Socials i Famílies Chakir El Homrani, que hizo llegar una carta al altafullenc para felicitarlo. Sí que acompañaron al centenario en esta fecha tan señalada a sus familiares, especialmente sus dos hijas, que se mostraron agradecidas por el reconocimiento. También el homenajeado expresó su satisfacción y dijo sentirse «más que contento» y «orgulloso» por todas las personas que lo han acompañado en esta conmemoración.

Manuel Tello Sancho nació en la localidad de Crivillén, en la provincia de Teruel, el año 1919. Cuando tenía siete años, sus padres, Manuel y Ángeles, se trasladaron a Barcelona con él y sus dos hermanos, Miguel y el Balbino. La fábrica de alpargatas donde trabajaba su padre se trasladó a Altafulla, y con ella toda la familia Tello . Llegaron al municipio el 17 de enero de 1936, pero muy pronto se tuvieron que marchar. El estallido de la Guerra Civil los obligó a volver de nuevo al pueblo de Crivillén, que poco después fue ocupado por las tropas franquistas. Con sólo 17 años, Manuel Tello empezó su periplo por todo el territorio, empezando por el campo de concentración de San Gregorio. Las notas que tomaba por allí donde pasaba permiten hacer un seguimiento de sus movimientos durante todo este periodo.

Al acabar la guerra se licenció, pero la Segunda Guerra Mundial lo llevó de nuevo al servicio militar hasta 1942. Fue el año 1944 cuando le dieron el ‘permiso ilimitado’ y volvió a la fábrica de alpargatas de Altafulla. Cuando esta cerró, empezó a trabajar en la fábrica de carbonato de magnesio de la Roca del Gaià. Posteriormente, el año 1947, hizo de peón con el maestro de obras Sumoy de la Riera de Gaià, y desde 1954 hasta que se jubiló con 64 años trabajó a la fábrica Plasticel.

En 1956 se casó con el Angelina Inglès, hija de Altafulla proveniente de Ferran, con quien tuvo dos hijas.