Salud
Un estudio presenta el LSD como un posible tratamiento para la ansiedad
En un ensayo clínico se ha demostrado el potencial de la droga
El trastorno de ansiedad generalizada es una condición caracterizada por una preocupación persistente y excesiva que llega a provocar disfunciones en la vida diaria y en las relaciones sociales de la persona afectada. Se trata de uno de los problemas de salud mental más comunes: en España, el ministerio de Sanidad estima que afecta a un 6,7% de la población.
El potencial del LSD
En la actualidad, las opciones disponibles para su tratamiento incluyen la psicoterapia, la medicación y diferentes ajustes de factores en el estilo de vida. Sin embargo, estos medios no siempre logran un alivio completo en todas las personas.
En la búsqueda de nuevas terapias, son muchos los investigadores que en años recientes han comenzado a explorar el potencial que pueden tener diferentes sustancias psicoactivas. Así, por ejemplo, la compañía farmacéutica Mind Medicine Inc. acaba de publicar resultados prometedores de un ensayo clínico (estudio realizado sobre seres humanos) de fase 2b que emplea MM-120 (tartrato de diletamida de ácido lisérgico o LSD) para tratar el trastorno de ansiedad generalizada.
El estudio se llevó a cabo sobre 198 pacientes, que en todos los casos habían recibido un diagnóstico psiquiátrico primario de trastorno de ansiedad generalizado. Se les dividió en cinco grupos, que recibieron diversas dosis de la sustancia o placebo, sin terapias adicionales.
Varios proyectos con sustancias psicodélicas en marcha
De estos resultados, aún preliminares, se desprende que los pacientes experimentaron reducciones duraderas y significativas de los síntomas del trastorno. El porcentaje de las personas beneficiadas ascendió al 78% en aquellos que habían recibido las dos dosis más altas. De hecho, en los que estuvieron en el grupo con la segunda mayor dosis, el 50% experimentó la remisión clínica antes de la cuarta semana del estudio.
Hay que destacar que estas conclusiones deberán confirmarse en futuros ensayos clínicos y en estudios sobre evidencias extraídas del mundo real, como sucede con cualquier fármaco para que pueda ser aprobado. No obstante, y teniendo en cuenta que ya se trata de un ensayo de fase 2 (la penúltima antes de la aprobación de un fármaco), trabajos como este dan cuenta de lo cerca que estamos del empleo de sustancias psicodélicas en el tratamiento de problemas de salud mental (siempre, por supuesto, en un contexto médicamente supervisado y de acuerdo a pautas y especificaciones muy precisas).
Por ejemplo, cabe señalar que en la actualidad existen proyectos en marcha para explorar las posibilidades terapéuticas de fármacos como la ketamina o la psilocibina frente al trastorno depresivo mayor.