Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando tienes agujetas
Existen ciertas estrategias básicas con que se puede evitar o al menos disminuir este dolor muscular
Después de una caminata larga o una sesión intensa de entrenamiento llega el lógico cansancio, y se agradece. Lo que no es tan placentero son las agujetas, que aparecen cuando se ha sometido a los músculos a un esfuerzo al que no están acostumbrados, normalmente entre 24 y 48 horas después.
Aunque normalmente es un localizado, puntual y pasajero, el dolor muscular abarca varios grados, pudiendo incluso inhabilitar a una persona. Desde el punto de vista físico, se explican fundamentalmente como microrroturas de fibras musculares, si bien voces expertas apuntan a que podrían originarse debido al aumento de temperatura local e intramuscular. Las consecuencias serán dolor y rigidez en la zona afectada.
Puede sonar contraproducente, pero cuando se inicia el ejercicio y aparecen las agujetas, lo más recomendable es continuar con dicho ejercicio de forma que se reestablezca el tono muscular que se necesita. Lo importante es iniciarse en el entrenamiento lentamente y de forma gradual, sin someter al tejido muscular a un sobreesfuerzo que puede derivar en consecuencias más graves, como las lesiones.
¿Pueden evitarse?
Según la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF), el 34 por ciento de españoles recurre a geles, cremas o sprays cuando siente este tipo de molestias, y un 55 por ciento va puntualmente al fisioterapeuta. Aún así, existen ciertas estrategias básicas con las que se puede evitar o al menos disminuir el riesgo de sufrirlas:
- Estirar antes y después de hacer la actividad física.
- Apostar por alimentos antiinflamatorios: cúrcuma, ginseng y otros ricos en omega 3.
- Natación y ciclismo: accionan una gran parte del tejido muscular y ayudan a recuperarse antes de la agujeta.
- Agua fría después de un entrenamiento intenso.
- Dormir bien y reducir el estrés.