Salud
Detectan una mejora entre los pacientes con depresión resistente a quienes se administra esketamina
Su administración supone una mejora significativa en aquellos que llevan tiempo con una descompensación grave de la enfermedad
El Hospital de Bellvitge ha detectado una buena aceptación de la aplicación de la esketamina, un derivado químico de la ketamina, entre los pacientes que sufren depresión resistente. Los resultados de su administración suponen una mejora significativa en aquellos que llevan mucho tiempo con una descompensación grave de la enfermedad y han fallado en multitud de tratamientos previos.
Mediante un espray nasal, el paciente se autoadministra el fármaco, siempre al hospital y con la ayuda y supervisión de profesionales médicos y de enfermería. El buen perfil de tolerancia y seguridad de la esketamina lo sitúan como una opción viable para los pacientes con los que han fracasado los tratamientos farmacológicos.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó el uso de la esketamina a finales del año 2022 para los casos de depresión resistente con fracaso previo de como mínimo dos líneas de tratamiento antidepresivo adecuado. Se trata de un derivado de la ketamina, un compuesto químico utilizado habitualmente en anestesia general, y que se ha demostrado que genera cambios positivos en el cerebro con depresión.
Además de la facilidad de aplicación, la vía intranasal evita el metabolismo hepático y la absorción gastrointestinal. Eso propicia un inicio de la acción antidepresiva más rápida que con los fármacos tradicionales, según han confirmado los datos preliminares de los primeros pacientes tratados con esketamina en el Hospital de Bellvitge.
A pesar de los buenos resultados, estos todavía no corresponden a la evolución a más largo plazo de su aplicación, y sólo se concentra en los primeros seis meses del tratamiento. Después de cada administración de esketamina, el paciente se queda en observación en el centro durante unos 90 minutos aproximadamente para controlar algunos efectos secundarios transitorios, como el aumento de la presión arterial, náuseas, cefaleas, mareo y episodios leves de disociación.
Según los datos iniciales de los pacientes tratados en Bellvitge, el buen perfil de tolerancia y seguridad de la esketamina sitúan este compuesto como una opción viable para los pacientes con los que han fracasado los tratamientos farmacológicos. Este químico se incorpora al completo programa terapéutico del Hospital de Bellvitge para abordar la depresión resistente, junto con técnicas de neuromodulación como la estimulación magnética transcraneal y la terapia electroconvulsiva (TEC).
Según detalla el hospital en un comunicado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que puede haber más de 180 millones de personas en el mundo que sufren depresión. Eso supone que entre un 4% y un 5% de la población sufre o sufrirá algún episodio depresivo y un tercio de estos no responderá al tratamiento, siendo el riesgo en las mujeres el doble que en los hombres. Actualmente, la depresión es la principal causa de discapacidad.