La historia entre un niño que sufre 'bullying' y un gato adoptado

Madden Humphreys, de siete años, nació con labio leporino. Esta afectación aparece en la fase de gestación y sucede cuando el tejido del paladar y el labio superior no se unen. También tiene heterocromia, una anomalía de los ojos en la qué los iris son de colores diferentes. El niño de Oklahoma se tuvo que someter a una operación quirúrgica cuando nació y era sólo un bebé para poder separar el labio y su rostro quedó un poco diferente.

Los niños de su escuela empezaron a hacerle acoso escolar simplemente por su aspecto. La adopción de un gatito que también tiene el labio leporino y los ojos de diferentes colores está ayudando al niño a incrementar su autoestima y a hacer frente a la situación. Su história está dando la vuelta al mundo.

La madre Christina Humphreys ha explicado en programa de televisión Today que «su hijo no empezó a mostrar inseguridades hasta que los otros niños empezaron a señalar sus diferencias y no insultarlo». La madre no estaba segura de la mejor manera de ayudar a su hijo, hasta que se encontró con un post de Facebook en un grupo para madres de niños con labios leporinos. La publicación contenía una foto de un gato, esperando ser adoptado en un refugio de animales de Minnesota , que tenía un labio leporino. El gatito, con el nombre Moon, además del labio, tenía un ojo de cada color, uno azul y uno marrón, igual que su hijo. «Supimos inmediatamente que este gatito estaba destinado a formar parte de nuestra familia», escribió Humphreys en una emotiva publicación de bloc sobre Love What Matters. El gatito está ayudando al niño a darse cuenta de que es muy especial explica su madre. El felino y el niño se han hecho inseparables y han creado una amistad muy especial.

Crecer con animales

No es la primera vez que conocemos casos de animales que ayudan y motivan a niños con alguna característica que los hace diferentes. Los expertos apuntan que crecer con animales de compañía puede aportar grandes beneficios en los más pequeños. Si los niños crecen al lado de ellos y siempre con el acompañamiento de los padres, desarrollarán sus habilidades emocionales con más facilidad. Dispondrán de una mayor empatía para reconocer si su animal está tranquilo, alegre o inquieto. Sabrá lo importante que es respetar a los otros, la necesidad de tener cuidado, acariciar, acompañar y entender la diferencia... Es indispensable integrar al animal con el niño y no apartarlo por miedo sino tanto el animal como el niño, verán al otro con desconfianza. Permitir que se relacionen con armonía. Es importante enseñar como respetar al animal y no dejar a que lo traten brúscament o como si fuera un peluche entendiendo también las necesidades de su compañero.

Una investigación publicada en la revista Environmental Researchand Public Health, reveló el año pasado que los menores que crecen al lado de animales domésticos son más propensos a fortalecer su autoestima, a ser menos solitarios y, por lo tanto, a desarrollar mejor sus habilidades sociales.