Vuelta al cole con un buen desayuno

Volvemos 'al cole' y con la recuperación de la rutina, también hacemos un listado de buenos propósitos familiares. Si hay uno que es verdaderamente importante es hacer un buen desayuno. Hay muchos niños que empiezan el día sin desayuno u oye insuficiente para afrontar las actividades de la mañana. Los motivos pueden ser diversos pero las prisas de primera hora de toda la familia o el hecho, que algunos niños, no tienen hambre sólo levantarse son algunos de los más habituales.

Es fundamental crear el hábito antes de los dos años según apuntan los expertos porque después es más complicado establecer la costumbre. Por eso hay que introducir un desayuno completo según la edad del niño aunque sean cantidades pequeñas. Otro aspecto es disponer de más tiempo. Es complicado poder desayunar con tranquilidad cada día pero vale la pena hacer el esfuerzo de levantarse con más tiempo y poder disfrutar de este momento. La situación ideal sería dedicarle como mínimo unos 15-20 minutos según los nutricionistas.

Uno otra recomendación para que los niños no se marchen sin desayuno es la variedad. Si cada día desayunan lo mismo, es probable que no tengan mucha motivación para descubrir nada de nuevo. Podemos ir variando los alimentos a fin de que sea más atractivo. Aunque son cantidades pequeñas de comida siempre será mejor que ir con el estómago vacío porque en este tiempo el cuerpo no tiene la energía necesaria para afrontar las horas hasta el momento del desayuno en la escuela.

¿Qué tiene que tener un desayuno saludable?

Entre los alimentos que podemos ir variando a fin de que los niños desayunen hay cuatro grupos:

- Lácticos: leche, yogur y/o queso y/o leches d'avena u otros de carácter vegetal

- Hidratos de carbono: cereales, galletas, pan.

- Grasas: aceite de oliva o margarina

- Vegetales: frutas o zumos naturales

- Proteínas: legumbres, jamón o pavo

Vale la pena evitar todos aquellos productos procesados y excesivamente azucarados. Los nutricionistas insisten en la importancia de huir de este tipo de alimentos y ofrecer a los niños alternativas naturales.

Un lácteo entero puede consistir en un vaso de leche, acompañado o no de una cucharada para postres de cacao en polvo, o un yogur alto en proteínas.

Con respecto a los cereales, podemos escoger tostadas de pan integral con un chorrito de aceite de oliva, huevos revueltos o tortilla, o patés vegetales como el clásico aguacate o el hummus, por ejemplo.

La fruta tampoco puede faltar durante el desayuno. Esta es una de las opciones imprescindibles. Si queremos ofrecer un zumo siempre es mejor hacerlo de manera casera que tirar de tetrabrik.

Las opciones son muy variadas a la hora de ofrecer desayuno a los más pequeños. Lo más importante es que sea saludable y se pueda dedicar un poco de tiempo para no marcharse a la escuela con el estómago vacío.