+Mares y padres
Mi hijo es mal comedor, ¿qué puedo hacer?
Algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de valorar si lo que come nuestro pequeño es un motivo de alerta o no
¿Mi hijo es mal comedor, me tengo que preocupar?
Ésta es una de las preocupaciones habituales de muchas madres y padres. En gran parte, es la consecuencia de los controles pediátricos que miden y pesan a los bebés para incluirlos dentro de las curvas que indican si están dentro de la media o no. Las familias que ven cómo su hijo o su hija está por debajo de esta curva acostumbran a tener una gran desazón a la hora de afrontar la comida de los más pequeños.
También puede suceder que el niño sea un poco exigente con sus preferencias o lo que se llama habitualmente un remilgado que nos vuelva locos y añada también presión cada vez que pensamos el menú diario.
En primer lugar, nos tenemos que preocupar cuando nuestro hijo come poco y observamos que su salud se ve afectada. Su estado es diferente o está cambiando. Descartar intolerancias o alergias es un primer paso para ver si ha escondido algún problema de salud.
Una vez descartados problemas de salud, algunas recomendaciones de diferentes pediatras son:
- En primer lugar no obligar al niño a comer. A menudo, los adultos optan por reñir, forzar a comer u obligar a pasar horas en la mesa hasta que se acabe lo que tiene en el plato. Evite las amenazas y castigos, refuerzan una actitud todavía más negativa antelas comidas. Una situación desagradable no ayuda a mejorar la relación con la comida de los más pequeños que generará ansiedad y rechazo a un momento que tendría que ser agradable y un momento social.
- Evitar que pique entre horas. Los niños que pican mucho entre horas, un poquito de aquí y un poquito de allí, llegan a las comidas principales con menos hambre. Por este motivo, en casos de niños que comen poco o mal, es mejor limitar las comidas a las tres principales y evitar los picoteos.
- Avise a su hijo de 10 a 15 minutos antes de empezar a comer, para que se prepare.
- Evite distracciones como juguetes y especialmente la televisión y el móvil durante las comidas. A menudo es más fácil poner los dibujos pero los pequeños no se darán cuenta de qué comen. Provoca distracciones y eso hace que algunos niños coman más de lonecesario y que otros eternicen sus comidas.
- Ofrezca una variedad de alimentos saludables en las comidas y no deje de ofrecer nuevos alimentos y sabores.
- Sea un buen ejemplo para su niño comiendo alimentos saludables. A los niños pequeños les encanta imitar lo que hacen los otros. Si nosotros no comemos verduras, no podemos esperar que el niño lo haga. Para enseñarle a llevar una dieta equilibrada y sana, primero tenemos que seguirla nosotros.
- Trate de hacer de la comida o de la cena una actividad social y divertida. Pero se tiene que tener en cuenta que la capacidad de atención de los niños sólo se mantiene por periodos cortos de tiempo. Así que sea realista sobre la duración de la comida.
- Ponga pequeñas porciones de cada alimento en cada comida. Es preferible que se quede con hambre y pida más. El truco consiste en usar un plato grande con poca cantidad de comida.
- Anime a su hijo a tomar como mínimo un par de diferentes alimentos en cada comida.
Mi niño no come: Consejos para prevenir y resolver el problema es un libro realizado por el pediatra Carlos González donde se ilustra con humor la tesis central de este libro: la falta de hambre es un problema de equilibrio entre lo que un niño come y lo que su madre o padre espera que coma. Pone especial énfasis en que nunca se lo tiene que obligar.