Viaje en coche con niños pequeños: consejos para evitar mareos
Desde el Diari Més recordamos algunos aspectos a tener en cuenta para minimizar el malestar que puede generar en los más pequeños el viaje en coche
Estas fechas son días de traslados en coche. Esperamos con ilusión poder trasladarnos y hacer una escapada pero muchos padres sufren por las horas de viaje por un motivo: los peques se marean. Os presentamos algunos consejos que siempre va bien recordar para minimizar al máximo el malestar de los niños en el momento de movernos con nuestro vehículo:
- Cuando se organiza un viaje en coche con niños hay que pensar en el horario. La mejor hora para viajar con tu hijo es de madrugada o de noche. Evitamos así los momentos de más calor y el niño podrá ir durmiendo.
- Si vuestro hijo tiene más de dos años, podéis preguntar al pediatra por medicamentos contra el mareo. Existen medicamentos que ayudan a llevar mejor los molestos mareos de los viajes (chiclés, jarabes, comprimidos).
- Entretener a los pequeños con canciones infantiles o con su música favorita y juegos hará que minimicen la sensación de mareos.
- Evitamos que el niño lea ya sea una revista como una pantalla. También es mejor evitar que el niño mire hacia abajo. Procura que se entretenga mirando al frente, al horizonte (mirando la casa más lejana, el final de la montaña, un coche que vaya delante...).
- Mantengamos el coche ventilado. No fumemos durante el viaje. Siempre que podamos evitamos repostar durante el trayecto. El olor intenso no ayuda a evitar el malestar.
- Hacemos paros cada dos horas para respirar aire fresco y poder andar y estirar las piernas.
-Evitar dar mucha comida antes de iniciar el viaje. Es mejor no sobrecargar su estómago. Es preferible que él coma alimentos secos y ricos en hidratos de carbono. Y que no tome bebidas gaseosas ni leche.
- Si el niño tiene hambre, sin embargo, durante el recorrido podemos ofrecer galletas o cosas ligeras como fruta. Tampoco es positivo que pase hambre durante el viaje.
- Si el niño vomita, mantengamos la calma y no nos pongamos nerviosos. Nuestra actitud, como siempre, es vital para hacerles oír mejor.
- Si el niño vomita, podemos ofrecer pequeñas cantidades de agua azucarada, con frecuencia.