+Mares y padres
¿Hasta cuándo es importante que los niños hagan siesta?
La siesta permite retener lo que ha aprendido durante el día, según un estudio
¿Hasta cuándo es importante que los niños echen siesta?
Dormir es una actividad necesaria porque con ella se recupera el equilibrio físico y psicológico. El sueño tiene un papel fundamental en el desarrollo y bienestar infantil y es importante respetarlo. Favorece los procesos de atención y memoria y ayuda a consolidar lo que se ha aprendido. Muchos padres dudan de cuántas horas es normal que duerman los suyos pequeños según la edad, y hasta cuándo necesitan hacer la siesta. Actualmente, hay bastante consenso sobre las horas de descanso pero en realidad la duración ideal es aquella que les permite realizar las actividades diarias con total normalidad.
El American Academy of Pediatrics (AAP) apunta la media que se necesita por edades. No incluyen recomendaciones para los menores de 4 meses, a causa de la amplia variación en la duración y patrones de ensueño, además de la insuficiente evidencia para resultados en salud:
- Bebés de 4 a 12 meses tienen que dormir de 12 a 16 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
- Los niños de 1 a 2 años de edad tienen que dormir de 11 a 14 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
- Los niños de 3 a 5 años de edad tienen que dormir de 10 a 13 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
- Los niños de 6 a 12 años de edad tienen que dormir entre 9 y 12 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
- Los adolescentes entre 13 y 18 años de edad tienen que dormir entre 8 a 10 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de manera habitual para promover una salud óptima.
Por su parte, la Asociación Española de Pediatría apunta que las siestas son normales hasta los 3-4 años de edad (hasta los 18 meses de edad, una siesta matutina y otra por la tarde). Algunos niños mayores de esta edad siguen durmiendo la siesta y también es muy beneficioso.
La siesta permite a los bebés y a los niños más pequeños recuperar energía pero también un aspecto muy importante tal como demostraron el equipo de investigadores de la Universidad Ruhr de Bochum, en Alemania: la siesta permite retener lo que han aprendido durante el día. Después de un periodo de ensueño, retienen mucho mejor los conceptos. De aquí la importancia de seguir tirándose la siesta en la escuela infantil
Lejos de afectar al sueño de la noche, la siesta a primera hora de la tarde, ayuda al niño a dormir por la noche, evitando un agotamiento excesivo que puede derivar a rabietas o exceso de actividad. Se recomienda también marcar una rutina de son durante la siesta. Las rutinas dan siempre al niño seguridad. No hay que marcar una hora estricta pero sí hábitos como por ejemplo que después de comer, iremos a dormir. Con una pequeña rutina, el bebé o niño pequeño, conciliará el sueño con más rapidez y profundidad
Con respecto a la duración, orientativamente, los niños menores de un año tienen que dormir siestas largas que a menudo oscilan entre las dos y las cuatro horas. A partir del año la siesta se recomienda entre una y dos horas. A partir de los cuatro y cinco años, entre media hora y una hora será suficiente.