Consejos para proteger bien a los niños de la exposición solar
La elección correcta del factor de protección solar depende del tipo de piel y de la edad del niño
Consejos para proteger bien a los niños de la exposición solar
El calor ha llegado por fin. El sol no perdona y se prevé que, como cada año, haya muchas horas de exposición solar. Los efectos del sol sobre la piel dependen en buena parte del tipo de piel de cada individuo pero también de la edad. Se tiene que tener especial cuidado con los niños más pequeños y protegerlos bien.
Aunque los casos de cáncer de piel acostumbran a darse durante la edad adulta, hay que tener en cuenta que en el desarrollo de esta enfermedad contribuye toda la exposición solar acumulada durante toda la vida.
Recomendaciones
- La protección contra el sol más económica y efectiva es mantener a los niños en la sombra durante las horas donde hay más intensidad solar así como eviar exposiciones prolongadas al sol. Las horas con más intensidad son las horas centrales del día.
- El protector solar es imprescindible también. La elección del protector solar más adecuado es clave para tener los niños bien protegidos. La elección correcta del factor de protección solar depende del tipo de piel y de la edad del niño. Sin embargo, los niños menores de seis meses no tienen la capacidad natural de la piel para defenderse del sol y pueden desarrollar quemaduras solares graves y de consecuencias graves. Por lo tanto, no se tienen que exponer a la luz directa del sol.
- Entre los 6 meses y los 2 años, sería conveniente escoger los fotoprotectores inorgánicos que hagan de pantallas.
- A partir de los 2-3 años se pueden utilizar filtros químicos o filtros combinados.
- La aplicación correcta de la protección también es importante. Se tiene que evitar la exposición al sol hasta al cabo de 20 minutos de haberle aplicado el protector. Por eso, hace falta ser previsor y tenerlo en cuenta antes de salir al exterior. Se tendría que poner de nuevo cada dos horas.
- A la hora de extender la crema, hay que cubrir todas las áreas corporales expuestas, especialmente la cara, los pies y las manos del niño, como también las partes de las piernas y de los brazos no cubiertas por la ropa.
- Los niños siempre tienen que llevar camisetas y otras piezas corporales cuando estén jugando, incluso si lo hacen en la sombra (por ejemplo: camisetas de algodón no ajustadas).
Disfrutar del sol y el verano es uno de los mayores placeres para las familias con niños que pueden pasar más tiempo al aire libre pero la precaución y prevención es básica para evitar futuros problemas en la piel.