+Mares y padres
Hacer la digestión antes de bañarse: ¿mito o realidad?
Hay que tener en cuenta una serie de precauciones para evitar un cambio brusco de la temperatura corporal
Hacer la digestión antes de bañarse: ¿mito o realidad?
El recuerdo de nuestra infancia de los veranos incluye también las dos horas de espera después de comer antes de meternos dentro del agua para seguir jugando. Esta recomendación que nos hacían los adultos y que era tan aburrida, todavía se transmite de generación en generación, y a menudo es lo que decimos a los más pequeños. ¿Sin embargo, qué hay de real en esta recomendación?
Tiene una parte de verdad pero otra que no. Después de comer efectivamente tenemos que tener una serie de precauciones pero tiene más que ver con la temperatura. Si en el proceso de la digestión el cuerpo entra en contacto brusco con bajas temperaturas, la sangre se verá obligada a repartirse por el cuerpo para contrarrestar la pérdida de calor, lo cual origina mareos y vómitos.
Es por eso que lo más importante después de comer es no introducirse bruscamente en agua fría.
Este fenómeno es conoce comohidrocución : el cambio de temperatura que sufre nuestro cuerpo cuando pasamos de estar tomando el sol al entrar en contacto con el agua fría. Se puede producir, si estás acalorado y además acabas de comer y tienes toda la sangre en el estómago con una digestión pesada, si te metes en un agua que hay una temperatura muy diferente
Por eso, en verano hay que tener especial cuidado con la temperatura del agua de las piscinas y playas con el fin de evitar el contraste brusco de temperaturas.
Es fundamental mojarnos cada parte del cuerpo muy poco a poco. De esta forma conseguiremos que nuestro organismo se acostumbre a la temperatura fría del agua. Tenemos que conseguir que los niños se mojen por partes , para que la temperatura no baje ni suba de manera excesivamente brusca.
Es decir, la prevención de un corte de digestión, tiene más que ver con una variación progresiva de la temperatura que con haber acabado de comer. Los expertos apuntan que es mejor evitar realizar comidas excesivamente copiosas si tenemos intención de introducirnos en el agua posteriormente y comer de manera más ligera para que sea más fácil realizar la digestión.
Los Síntomas del corte de digestión
Es importante también tener claro los síntomas del corte de digestión con el fin de actuar rápido en caso que un niño (o cualquier otra persona) tenga este corte:
- Retortijones y dolor de estómago.
- Mareos y náuseas.
- Piel pálida.En ocasiones puede aparecer antes un enrojecimiento muy llamativo, incluso en forma de urticaria en algunas zonas.
- Descenso de la tensión arterial y pulso debilitado.
- Escalofríos.Otras veces se describe como hormigueos por las extremidades.
- Visión borrosa.
- Acúfenoso pitidos en los oídos.
Y si tiene lugar un corte de digestión, es importante sacar al niño del agua tan pronto se pueda y taparlo para mantener su calor corporal. En caso de que la víctima tenga náuseas y vómitos, hace falta colocarla en postura lateral y ofrecerle agua para evitar la deshidratación. Es importante que la tome lentamente. En una o dos horas la persona se irá recuperando, pero si los síntomas son más graves (puede llegar a derivar en un paro respiratorio) hay que avisar de manera urgente a los servicios de emergencia, 112.