Los vecinos del Parque Francolí piden barreras de aislamiento acústico al A7
Han recogido más de 360 firmas para|por luchar contra una situación «insoportable» y de «ruido constante»
Los vecinos del Parque Francolí de Tarragona han recogido más de 360 firmas –a través del portal change.org- para pedir barreras de aislamiento acústico al A7, a su paso por esta zona. Los principales afectados por|para esta situación, que tildan insoportable y de «ruido constante», son hasta 200 familias que viven en tres edificios muy próximos a la autovía, la Escuela Tarragona, la Escuela de Naturaleza Francolí y los usuarios de la zona deportiva del Parque del Francolí.
Uno de los vecinos afectados, Alejadro Luque, explica que «la problemática se acentúa, sobre todo, durante los meses de verano, cuando tienes las ventanas abiertas y, durante todo el día, oyes|sientes ruido por|para el paso constante de vehículos». Este, hace más de tres años que vive en la zona, pero la acumulación de ruidos ha empeorado desde que han limpiado y eliminado un conjunto de cañas y vegetación que, en parte, se convertían en una especie de barrera acústica y reducían parte del ruido. Luque explica que «hemos decidido recoger firmas para ver a cuánta gente está dispuesta a hacer presión y llevar|traer la reclamación hasta el Ministerio o donde haga falta para encontrar una solución». La petición que han colgado a la red a través del portal change.org va dirigida a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Naturaleza del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a fin de que instalen unos paneles de aislamiento acústico permanentes. Sin embargo, el primer paso que quieren conseguir es el apoyo|soporte del Ayuntamiento de Tarragona para tener más fuerza ante las otras administraciones públicas. Otro vecino detalla que «cuando compramos el piso, nos habían dicho que esta petición estaba en marcha, pero no hemos sabido nunca más nada».
Desde la Coordinadora de Entidades de Tarragona y Madre Terra Fundación Mediterránea, su presidente Ángel Juárez, explica que «es una problemática que nos afecta desde hace mucho tiempo. El ruido es permanente y afecta a la salud y la calidad de vida de las personas». Aunque considera que la instalación de los paneles «no solucionaría el problema al 100%», defiende que «podrían aligerar|aliviar el día a día de todas aquellas personas que sufren para coger el sueño». En este sentido, cree que «el Ayuntamiento de Tarragona tendría que haberse asegurado la instalación de estas barreras acústicas cuando otorgó la licencia para que construyeran edificios de viviendas tan próximos en una autovía como|cómo el A7, donde|dónde se circula a 100 kilómetros por hora».
Desde el vecindario, también destacan que «las barreras también disminuirían el humo y la contaminación generada el paso constante de vehículos que circulan a pocos metros de centenares de ciudadanos que hacen deporte en las pistas de skate, baloncesto, fútbol o salen a correr al aire libre».