De Tarragona a Inglaterra
«El precio de la vivienda es tan inaccesible que gente de todas edades alquila habitación»
Hace más de un año que vive en Londres y ha conseguido el trabajo que no encontraba en Cataluña, es profesora en un jardín de infancia con el método Montessori
Las ganas de encontrar trabajo como profesora de primaria empujaron a la tarraconense Sandra Borrás a viajar hasta Londres. Hace un año y tres meses que vive allí y ha conseguido entrar en un jardín de infancia basado en el método Montessori. Considera que la experiencia es del todo enriquecedora.
—Cuál fue su primera impresión?
—La llegada fue dura. Marcharse del aeropuerto, dejar a la familia y a los amigos allí, fue duro. Cuando llegué estaba lloviendo y era oscuro. Sólo eran las cuatro de la tarde y era como si fueran las ocho de la noche a Tarragona. Con todas las maletas no podía coger ni un paraguas. Fue una noche un poco trágica. Llegar a una ciudad desconocida te asusta, pero a la vez te motiva. Por suerte, me marché con un par de amigos más y es muy reconfortante tener alguna persona que conoces y poder recibir su apoyo.
—Cuáles son las principales diferencias?
—Todo funciona al revés. Los vehículos circulan por la izquierda, los autobuses tienen dos plantas y está lleno de taxis y cabinas telefónicas. En horarios, la gente come a las doce del mediodía y sopa a las seis de la tarde. Además, en la escuela donde trabajo tienen otra comida a las cuatro de la tarde. Es una ciudad que huele a comida. Un hecho destacable es que aquí todo el mundo comparte piso. El precio de la vivienda es tan inaccesible que mucha gente acaba alquilando habitaciones. Además, te puedes encontrar grandes diferencias en tipo de casas. En el centro, hay casas muy lujosas, pero también te puedes encontrar el típico edificio que el gobierno cede a la gente sin recursos, donde todo es muy oscuro, pequeño y sin ningún tipo de lujo. Una cosa que me gusta es que tiendas y supermercados abren cada día de la semana. Las primeras veces que fui al supermercado encontré un pepino que costaba 1 libra, es decir, 1,40 euros y 300 gramos de pechuga de pollo 7 libras, unos 10 euros. Después ya aprendes dónde ir a comprar. Ahora bien, la principal diferencia son los hábitos alimenticios. La gente se alimenta a base de comida preparada.
—Cuáles son los lugares más característicos?
—Toda la ciudad es preciosa, y especial. Cada rincón de la ciudad tiene alguna cosa importante que visitar como la Tower of London, el Tower Bridge, que se abre sólo en contadas ocasiones para dejar pasar los barcos, o el Big Ben con las casas del Parlamento, el London Eye, el mercado de Nothing Hill, Camden Town, La plaza de Trafalgar o Picadilly Circus con sus Pantallas gigantes. También podéis visitar el Soho, el barrio chino, la parte llamada como la City donde están todas las sedes de los bancos, grandes empresas o el barrio de Shoreditch y su entorno, que está donde vivió y actuó Jack el Destripador.
—Es un buen lugar para encontrar trabajo?
—Sí, definitivamente. Es una ciudad con muchas oportunidades, si vienes con conocimiento de la lengua inglesa. Tienes muchas opciones de estudiar en Colleges, que son como escuelas del gobierno dónde hace cursos gratuitos o por un coste razonable. Un hecho que me gusta mucho es que funcionan mucho con el voluntariado. Todo el mundo tiene que hacer un voluntariado antes de empezar a trabajar. Así, en la empresa donde vas, no los molesta enseñarte porque los estás ayudando gratuitamente y tú ganas experiencia.
—Qué costumbre se llevaría?
—Ser respetuosos. En el metro, la gente se espera que el resto acabe de bajar para subir y no intentan colarse en las colas. Me gusta mucho como celebran la Navidad. Es muy bonito ver cómo dejan toda la ciudad engalanada, las tiendas con música navideña y llevan jerséis con motivos navideños.
—Qué echa de menos?
—La pareja en primer lugar, la familia, los amigos, el sol, la comida, el vermut del sábado y el domingo, la playa, muchas cosas.