El juez decreta prisión para el hombre detenido ayer como presunto asesino de la mujer de los Pallaresos
El detenido, R.F.F. está vinculado a una inmobiliaria ubicada en la Rambla Nova
El Juzgado de Instrucción número 3 de Tarragona ha decretado prisión para el empresario y vecino de Tarragona, detenido ayer, como presunto responsable de la muerte de la mujer desaparecida a los Pallaresos, el pasado junio, Carmen Gallart. Aunque en su comparecencia ante el juez ha negado declarar sobre los hechos, el interrogatorio de este martes habría sido clave para que el sospechoso acabara confesando. Los Mossos D'Esquadra llevaron a cabo tres registros, dos de ellos en Tarragona y uno en un domicilio de Almoster. De hecho, registraron la empresa inmobiliaria del detenido situada en la Rambla Nueva de Tarragona. Se prevé que el empresario pase a disposición judicial mañana.
Los Mossos D'Esquadra detuvieron ayer martes por la mañana un empresario y vecino de Tarragona por el presunto homicidio de una mujer de 65 años que vivía a los Pallaresos y que desapareció el pasado mes de junio. El cuerpo policial abrió diligencias de investigación y llevó a cabo ayer tres registros en dos domicilios –de Reus y Tarragona– y en la empresa inmobiliaria del arrestado, situada en la Rambla Nova de Tarragona. La mujer, Carmen Gallart, fue vista por última vez el 18 de junio del 2015 a los Pallaresos cuando se disponía a coger un autobús hacia Tarragona, en la parada situada en la carretera de Santes Creus de los Pallaresos. El caso se encuentra secreto de sumario y el detenido podría pasar a disposición judicial mañana.
Los agentes habrían encontrado sangre en el vehículo del detenido y ahora falta analizarla
Según adelantaba el lunes Cadena SER, los agentes de la policía catalana inspeccionaron el coche del detenido, de nacionalidad española, y encontraron restos de sangre. La investigación del caso continúa abierta porque ahora hay que determinar si la sangre encontrada corresponde a la mujer desaparecida desde hace más de ocho meses. Sin embargo, habría otros indicios que habrían llevado a los agentes a sospechar del detenido, quien podría ser la expareja de la desaparecida.
Fuentes próximas a la investigación destacan que los Mossos desestimaron, desde un primer momento, que la desaparición fuera voluntaria, dado que la mujer tenía sus padres, de edad adelantada, a cargo. La investigación pasó en manos de la Unidad Central de Persones Desaparegudes del Cuerpo de Mossos D'Esquadra, situada en Sabadell. La policía sostiene que la mujer no desapareció voluntariamente y que aquel día se encontró con el detenido, con quien mantenía un litigio judicial por un caso de estafa. El hombre habría ido a juicio para estafar a la mujer desaparecida y lo perdió. Después de más de ocho meses todavía no hay ningún rastro de la mujer y los Mossos D'Esquadra creen que el acusado habría acabado con su vida.
El móvil económico se apunta como la principal hipótesis del crimen. Carmen Gallart denunció al hombre por un delito de estafa y la fiscalía le pedía seis años de prisión y el pago de dos millones de euros. El hombre estaba a la espera de juicio y los investigadores sospechan que el individuo le habría pedido que se vieran con el fin de resolver el conflicto con un acuerdo económico. El encuentro se habría producido el mismo día de la desaparición. Además, fuentes conocedoras de la investigación apuntaron ayer que el hombre contrató los servicios de un detective privado para conocer qué rutinas seguía y que estaba muy obsesionado con ella.
Una mujer «muy apreciada»
El alcalde de los Pallaresos, Pep Nolla, aseguraba que «la desaparecida era una mujer muy apreciada y formaba parte de una familia conocida en el municipio». Recordó que «se movía bastante por la zona comercial de la localidad, cerca de la parada de autobús en la cual lo habrían visto por última vez.»
El alcalde recordó que «los cuerpos policiales y los bomberos realizaron variasbúsquedas, sobre el terreno o utilizando el helicóptero». Además, destacó que, el junio pasado, familiares, amigos y vecinos llevaron a cabo una batida por los Pallaresos y por las afueras del municipio. Desde entonces, los carteles que recuerdan la desaparición se han multiplicado y las redes sociales también se han llenado de detalles de algunos vecinos, que explicaban cuándo lo habían visto por última vez.