La iglesia de Bonavista abre sus puertas en un acto inaugural multitudinario
El templo tiene 18 metros de altura con capacidad para 300 personas
Las carasdesorpresa y de admiración de los feligreses se han apoderado de la escena, mientras observaban la perfecta combinación entre modernidad y tradición. Una vez dentro, los más curiosos han corrido para buscar el mejor lsitio, y así poder disfrutar del acto inaugural a primera fila. Pero ha habido tanta gente, que la recientemente estrenada iglesia ha quedado pequeña. La misa, oficializada por el Arzobispo Jaume Pujol, ha durado aproximadamente dos horas. Los principales representantes políticos y religiosos hanestado presente en el solemne acto.
La inauguración ha contado con los cánticos de una coral, que ha dado la bienvenida a los feligreses. A continuación, se ha celebrado una dedicación al altar, una de las partes más importantes del templo, y se han bendecido las cruces de los cuatro evangelistas. La plaza de la Constitución, situada delante de la iglesia, ha acogido, bajo la discreta lluvia, a los feligreses que no han podido entrar en el santuario.
El concejal de barrios del Ayuntamiento de Tarragona, Javier Vilamayor, ha asistido emocionado al acto. «La finalización de las obras de la iglesia significa una revitalización parael corazóndel barrio», comenta. Y es que el Ayuntamiento ha construido un parque infantil en la plaza de la Constitución, justamente delante del templo. «Más allá de la formación cristiana, esta iglesia será un espacio de transmisión de valores cívicos», concluye Vilamayor.
Más austeridad de lo previsto
La nueva iglesia de Bonavista ha abierto las puertas con una mayor dosis de austeridad de lo que se preveía. Parte del equipo que ha hecho posible esta creación se ha mostrado orgulloso del resultado, a pesar de que el delegado diocesano para el Patrimonio Artístico y Documental y Arte Sacro del Arzobispado, Antonio P. Martínez Subías, ha reconocido que los ajustes económicos habían dejado algunos temas pendientes. Estaba previsto que el hormigón del interior estuviera revestido de color blanco, pero de momento no ha podido ser. Además, la valla tampoco es la que se había proyectado», detallaba el jueves durante la rueda de prensa.
A la vez, el centro parroquial se inaugurará sin la instalación de las campanas. Según ha detallado el rector de la parroquia, Isidre Foguet, «el alcalde se comprometió a asumir el coste, pero de momento no se ha encontrado ningún espónsor». Sin embargo, el mosén no pierde la esperanza y ha destacado que «esperamos que, con un poco más de tiempo, conseguimos apoyo|soporte económico y nos gustaría poder estrenarlas durante nuestra fiesta mayor, el 15 de agosto». La propuesta más económica sería un conjunto de tres campanas –34.800 euros–, aunque habrían planteado también la instalación de cinco u ocho campanas, según detallaba el project manager, Santi Prats. El coste final de la construcción ha sido de 2.166.000 euros.