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Unos marineros avistan una iubarta, una ballena nada vista en el Mediterráneo, a 7 millas de la costa tarraconense

Los biólogos creen que el misticet proviene del Atlántico y se ha debido perder del grupo

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La jornada pesquera de ayer fue diferente paralos marineros de la embarcación serrallenca Germans Fortuny. A unas 7 millas de la costa tarraconense, los marineros encontraron una ballena con un comportamiento poco habitual: según parece se trataba de una iubarta, una ballena con una aleta en forma de joroba, nada vista en aguas mediterráneas.

Los pescadores tarraconenses están acostumbrados a ver el rorcual común, conocido entre los pescadores como la mulà, una ballena azul y gris muy abundante en el Mediterráneo. Pero ayer, tanto los pescadores, como el equipo de biólogos que casualmente se encontraban en la embarcación, se dieron cuenta de que el comportamiento del misticet no era el habitual, que el movimiento de la cola era diferente. Según Fermí Masdeu, propietario de la embarcación, «después de ver y analizar el vídeo, técnicos del Instituto Oceanográfico Español han asegurado que se trata de una iubarta».

Esta especie es inconfundible por su cuerpo llenado de tubérculos dérmicos de forma redondeada y su aleta dorsal en forma de joroba. Su nombre latino quiere decir «gran aleta de Nueva Inglaterra», haciendo mención de la abundancia de la especie en las costas del nordeste de los Estados Unidos y al desorbitado tamaño de sus aletas pectorales, que parecen alas y pueden llegar a tener hasta 5 metros de longitud.

Las iubartes se encuentran desde las aguas frías hasta las latitudes ecuatoriales de todos los grandes océanos. En el Atlántico nordoriental, la población realiza migraciones estacionales. Según los biólogos, el ejemplar encontrado en la costa tarraconense proviene del Atlántico. El pescador Fermí Masdeu y los biólogos que se encontraban en la embarcación sospechan que este caso se trataría de una iubarta que se debió perder de su grupo o bien que habría cambiado de hábitos alimenticios.

Los marineros que fueron testigosde la efeméride aseguran que nunca antes habían visto una cosa así en directo, «sólo por la televisión». Todavía ahora, un día después, están alucinados con el hallazgo.

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