«Hasta 14.000 visitantes llegarán a la ciudad a bordo de 22 cruceros»

—Cuál es la estrategia del Puerto de Tarragona en materia de cruceros?

—Nuestro crecimiento se basa en seguir apostando por|para los cruceros que hacen escala en la ciudad, pero también a crear, en un momento determinado, un Puerto Base. Nuestros estudios y las previsiones apostaban por implantar esta segunda opción dentro de unos 8 años, pero ya hay empresas que nos lo han pedido y creemos que ya lo tenemos que contemplar. Estamos dispuestos a todo.

—Cuántos cruceros llegarán a Tarragona este año?

—Finalmente, tendremos 22 cruceros y no 18 como previmos en un principio. Eso supondrá la llegada de hasta 14.000 visitantes.

—Qué implica impulsar un Puerto Base?

—estamos trabajando en un proyecto piloto de cruceros de Puerto Base, es decir, un crucero que tenga salida y llegada a Tarragona, y lo podríamos llevar a cabo con una embarcación de entre 200 y 300 visitantes, de cara al 2017. En este sentido, una vez se termine el nuevo local de los Niños del Serrallo y estos dejen la Estación Marítima, creemos que este espacio se podría convertir en un recinto emblemático y como centro del Puerto Base. Así, con poca inversión, la Estación Marítima se podría convertir en un espacio adecuado y muy digno para atender la llegada de los pasajeros de pequeños cruceros.

—Qué servicios podría ofrecer?

—Serviría como sala de espera, el check-in, la gestión de las maletas, la logística, instalar una pequeña tienda y llevar a cabo las diversas tareas de control y seguridad. Ahora bien, convertirse en Puerto Base implica que el resto de agentes de la mesa|tabla de cruceros también pongan de su banda|lado.

—Pasos a seguir?

—Necesitamos desarrollar estrategias y políticas que faciliten situaciones y escenarios como, por ejemplo, los que se viven en Barcelona. Es habitual que, como Puerto Base, los cruceristas lleguen a la ciudad y se queden uno o dos días, antes de viajar con crucero. Por eso, hay que sacar adelante estrategias conjuntas con los hoteleros y los establecimientos de la ciudad. Hay que hablar para encontrar soluciones ante los horarios comerciales. De los cruceros que llegarán este año, seis coinciden en domingo. Es cierto que el mundo de los cruceros es bastante nuevo por Tarragona, pero creo que, ya sea el Ayuntamiento o la Cámara de Comercio, tendrían que trabajar para hablar con la Generalitat y plantear la ampliación de los horarios comerciales en confluencia con la llegada de cruceristas. También podemos crear una guía del comercio de la ciudad que se libre a los cruceristas y ya se les oriente desde el barco.

—Más allá del mundo de los cruceros, cuál es la prioridad del Puerto de Tarragona?

—seguir consolidando el crecimiento moderado, pero de manera sostenida. Somos un puerto principalmente importador, aunque también es verdad que tenemos mejor comportamiento con la exportación que con la importación, pero prácticamente el 70% de la actividad es de importación, unos 33 millones de toneladas. Apostamos más por sectores. Por ejemplo, en cereales, nos hemos basado en la importación y ahora estamos estudiando convertirnos en un puerto hub y exportar. Hemos detectado que podemos sacar frutos con la exportación de animales vivos, ya que necesitan comer por|para todo el trayecto y eso ha representado 100.000 toneladas de cereales que se han exportado conjuntamente con los animales.

—En el sector petroquímico?

—Claramente mantenemos la apuesta que hicimos por el Muelle de la Química, como una infraestructura necesaria para dar apoyo al desarrollo de la industria petroquímica de Tarragona. Ahora bien, han aparecido diferentes elementos como la bajada del petróleo, la aparición del fracking o el desarrollo estratégico de los países productores del Oriente Medio que han condicionado la evolución de este sector.

—Esta suma es perjudicial por el Puerto de Tarragona?

—Bien, la confluencia provoca que muchas plantas en todo el mundo se estén replanteando su continuidad, entre ellas las de España. Esta situación era impensable el año 2008, pero todo el mundo se está adaptando a la nueva situación. En este contexto, se puede ver que las empresas químicas de Tarragona tienen que reinventarse y fabricar productos de mayor valor añadido, así como ser capaces dotar el territorio de una infraestructura logística de ferrocarril con ancho europeo y de un coste de la energía competitivos. Si se cumple eso, nuestros polígonos petroquímicos tendrán futuro.

—En importación de petróleo han notado alguna baja?

—No, aunque ha caído su precio no se ha traducido en una mayor importación de este. Eso se nota en los derivados petrolíferos y no por|para el crudo que entra de Repsol.

—En este sentido, el operador Euroenergo ya ha cerrado su oferta para ocupar parte del Muelle de la Química?

—Una de las líneas operativas de Euroenergo es el trabajo con derivados petrolíferos. Así, el hecho de que baje el precio, conjuntamente con la falta de almacenaje a nivel mundial hace que pueda ser rentable e interesante, en crut y medio plazo, instalarse en Tarragona. De momento, la oferta para ocupar unas nueve hectáreas del Muelle de la Química está sobre la mesa y nos tienen que presentar el proyecto definitivo, que valoraremos.

—Os preocupa la dificultad por|para rebajar el coste de la energía y la llegada del Corredor|Pasillo del Mediterráneo?

—Tenemos claro que para ser competitivo tienes que poder ser barato en el transporte y en el coste de la energía. Si lo que queremos es exportar hacia el exterior en barco, ya lo tenemos resuelto, pero si queremos llegar al centro de Europa, todavía necesitamos el ancho europeo ferroviario. Estaríamos hablando de ahorros de entre el 20 y el 25% con respecto al transporte en carretera.

—Hasta cuándo podréis soportar esta falta de competitividad en costes energéticos?

—Creo que no hay una fecha fijada, sino que lo peor que nos puede pasar es no saber responder a las señales que nos llegan al territorio. Hablo de casos recientes como Covestro, Ercros o el cierre de Celanese. Estoy convencido de que son casos puntuales. Además, no podemos olvidar que hay otras plantas que están funcionando bien y no hay indicios que empeoren.

—Pero es optimista con la llegada del tercer hilo?

—Sí, y en un plazo de dos años. Soy optimista en una solución provisional que apuesta por la costa y se puede aprovechar en el transporte de pasajeros, pero eso no excluye que sigamos replanteando la solución definitiva y estudiamos si hay que pensar en un nuevo trazado o si se tiene que aprovechar el antiguo trazado de Roda de Berà. Las últimas informaciones nos dicen que puede llegar el ancho europeo en Castellón a través de Valencia y

hoy ya llega a Barcelona. ¿Tarragona quedará aislada?

—podéis hacer presión para que el Gobierno responda?

—Ahora tenemos un gobierno en funciones y esperamos que el nueve impulse la solución por|para el ancho europeo. Tengo cierta confianza porque|para que todos los partidos con opciones a liderar están a favor de esta solución.