Mas pide en Tarragona mucha participación en la renovación de CDC

Artur Mas, presidente de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y expresidente de la Generalitat, pidió, ayer en Tarragona, el máximo de participación posible en el proceso de reformulación interna que está viviendo su partido. Lo hizo en el contexto del Consejo de Federación, en el cual pudieron participar todos los altos cargos de las comarcas de la demarcación de Tarragona, entre ellos, Albert Batet, alcalde de Valls y diputado en el Parlamento, y Jordi Jané, conseller de interior de la Generalitat de Catalunya. Artur Mas dijo que la reformulación del partido «es una responsabilidad que no pueden asumir dos o tres, lo tenemos que asumir entre todos». La renovación de CDC culminará en el congreso del verano en que se decidirán a los nuevos dirigentes del partido, pero, hasta entonces, según Mas: «El reto en dos o tres meses es plantearnos cómo haríamos Convergencia, si Convergencia no existiera. Cómo la crearíamos, que es lo que necesita Cataluña».

Mas explicó que un partido histórico como Convergencia, que a estas alturas, sigue teniendo tanto peso político dentro del país, sigue siendo «un instrumento imprescindible por Cataluña».

Por eso consideraba que, hasta mayo, cuando se celebre la consulta vinculante interna para decidir el nuevo rumbo del partido, tienen que alcanzar tres objetivos. El primero, aumentar el gruesode población independentista: «Si Catalunya no supera claramente el 50% de población soberanista, no tendremos toda la fuerza. El problema es que no tenemos una buena alternativa». Decía que el Estado Español no ofrecerá una opción mejor en Catalunya, a no ser que «tengamos bastante fuerza por empujar». Aun así, reconocía que Convergència no puede dejar a nadie fuera, que tiene que ser «inclusivo». El siguiente objetivo era, según Mas, ganar más peso como partido para que, en el momento de hacer la propuesta de Constitución, sus ideas puedan ser influyentes. «Las ideas tienen que ser mejores, con el fin de poder hacer a un país mejor, no haremos un país de cualquier manera», decía. Finalmente, la remodelación del partido tenía que cumplir con un tercer objetivo. «Si Catalunya no sale de ésta, necesitará un partido entrenado, que sepa utilizar las nuevas herramientas que tendremos en las manos», decía el líder convergente.

El líder de CDC insistió mucho en la necesidad de mantener su propio carácter y se dejó influir por otros partidos: «Seremos un partido no demagógico y no populista. El partido hará el bien, tomando decisiones y responsabilidades».