El nuevo equipo de gobierno decide eliminar la figura del concejal de barrio
El ayuntamiento está estudiando nuevas fórmulas de contacto con los vecinos más efectivas para la realidad de Tarragona
El Ayuntamiento de Tarragona subsituirà la figura del concejal de barrio, con el fin de «ganar más proximidad del gobierno», según explica la concejala Begoña Floría. Aunque no hay una alternativa oficial al concejal de barrio, se están estudiando maneras de acercar en la ciudad las concejalías más próximas a los problemas del día a día de los tarraconenses, como podrían ser las de Limpieza, Guardia Urbana o Protección Civil.
Según Floría, en ningún sitio de ser cargos nominales, sobre un solo concejal, las concejalías trabajarán de forma «más transversal» y serán mucho más accesibles paralos vecinos.
Además, «ha habido quejas con respecto a la homogeneidad dentro de la ciudad, porque no toda está dividida por barrios», explicaba Floría. Según la concejala, la ciudad ha crecido y las líneas de división entre los barrios se han vuelto más difusas. «Como concejala de barrio de la Parte Alta, los vecinos tienen muy claro que pueden contactar conmigo, y el barrio en sí está muy bien delimitado, o los barrios de Ponent también están muy claros. ¿Pero, y Tarragona II? ¿Y las nuevas construcciones en torno a Juan XXIII? No toda la ciudad está dividida por barrios», ejemplarizaba Floría. La concejala socialista explicaba que el crecimiento de la ciudad había dejado la figura del concejal de barrio obsoleta, «aunque en su momento fue una herramienta muy útil, pero el modelo ya no funciona tal como ha sido hasta ahora».
Otro de los motivos de más peso, en la decisión de buscar una nueva manera de estar en contacto con la ciudadanía, fue que los tarraconenses, cuando detectan un problema, pueden ponerse en contacto con el Ayuntamiento a través de muchas otras vías, como por ejemplo Twitter.
Floría explicaba que ahora «hay gente que ve alguna cosa, le hace una foto, y nos la dice a través de Twitter, o nos las hacen llegar de alguna manera online». Esta nueva forma de comunicación está muy relacionada con la difusión de las fronteras entre barrios, que causa, tal como decía la concejala, «que muchos tarraconenses ya no se involucren o no se sientan representados por las asociaciones de vecinos», ciudadanos que optan por acudir directamente al Ayuntamiento con sus inquietudes.
Aunque la valoración del ayuntamiento al empezar la legislatura pasada era muy positiva, la ciudad ha cambiado y «necesita una nueva manera de estar en contacto con el ciudadano», decía Floría. Aun así, no es una figura que el consistorio crea que se podrá eliminar del todo: «En los barrios seguiremos siendo un referente. La gente de la PartAlta seguirá acudiendo a mí para muchas cosas».
El modelo hasta hoy
Hasta ahora hay ocho concejales con barrios asignados, todos del PSC. Su tarea es atender y responder a las quejas y cuestiones de los ciudadanos, tal como se ha hecho desde el año 2007, año en que se creó la figura del concejal de barrio. De forma periódica, dependiendo del acuerdo al que lleguen el concejal y las entidades y asociaciones, se realizan reuniones para intercambiar ideas y resolver dudas.
Los concejales tenían varios barrios o zonas asignadas, y es su responsabilidad delegar las peticiones de los vecinos a la concejalía pertinente. Por ejemplo, Elvira Ferrando se ocupa de Sant Pere i Sant Pau, la Begoña Floria de la Rambla Nova y la PartAlta, la Ivana Martínez de Sant Salvador y Sant Ramon y Pau Pérez, con Torreforta e Icomar. También Josep Maria Milà, que tiene asignada la Plaza Imperial Tarraco i Joan XXIII, Francesc Roca la Vall de l'Arrabassada y el Miracle, la concejala Ana Santos de la Part Baixa y el Serrallo y finalmente Javier Villamayor de Campclar y Bonavista. El resto de zonas también están repartidas entre ellos ocho.