«Reconocen el trabajo bien hecho, pero hay que tener un buen nivel de alemán y ser flexible»
La tarraconense hace más de nueve meses que vive en Frankfurt y está realizando un doctorado en la Goethe-Universität Frankfurt
Las ganas de conocer mundo y de seguir formándose empujaron a la tarraconense Rosa de las Neus Marco a viajar por toda Europa. Actualmente, hace nuevos meses que vive en la localidad alemana de Frankfurt. Está realizando un doctorado.
—¿Qué motivos la llevaron a ir a vivir en el extranjero?
—Tenía ganas de ampliar mi formación internacional. De hecho, todo empezó durando la carrera, cuandohice un Erasmus en Bolonia. Después, decidí hacer un master entre Bremen y ala Sorbonne de París. Quería conocer Europa y la mejor manera es vivir allí, en mi caso, en Italia, Francia y Alemania.
—¿Cuál fue su primera impresión?
—¡Muy buena! Además, en Alemania he podido conocer varias realidades. Master en Bremen, un año en la Universidad de Hamburgo y ahora estoy haciendo el doctorado en Frankfurt. Son tres ciudades bien diferentes.
—¿Hay varias alemanas?
—Sí, Hamburgo es una ciudad hanseática, el centro portuario del comercio marítimo; Bremen es más histórico y todo el mundo lo asocia a la música. Frankfurt, en cambio, es un polo económico y financiero con uno de los aeropuertos más importantes de Europa.
—¿Qué podemos aprender de Alemania, Francia, Italia y nuestra casa?
—Creo que podríamos inspirarnos en lo mejor de cada lugar: los valores centroeuropeos, la tradición cultural gala y la alegría de vivir mediterránea.
—¿Cuáles son los lugares más característicos de Frankfurt?
—La plaza Römer, con las típicas fachadas de las casas históricas, allí está donde hacen el mítico mercado de Navidad, muy recomendable. Sin embargo, la principal imagen de la ciudad son los rascacielos como símbolo de la capitalidad económica.
—¿Qué destacaría de la manera de trabajar del país? ¿Las conductas son similares o diferentes?
—Les gusta la eficiencia y las jornadas laborales son más cortas, a las seis de la tarde cierran las tiendas, como también pasa en Francia. Siguen el llamado«horario europeo».
—¿Cómo se está viviendo la crisis?
—Alemania tiene una mejor salud económica. Una de las claveses que cada land dispone de sus propios recursos para poder garantizar el Estado del bienestar. Es lógico que los impuestos los gestione la administración más próxima.
—Es un buen lugarpara encontrar trabajo?
—Allí tienen la capacidad de reconocer el trabajo bien hecho, ahora bien, hace falta tener un buen dominio del alemán, ser flexible y adaptarse al entorno. De hecho, estos años, además de estudiar he estado trabajando en un centro de investigaciónde la universidad que analiza el multilingüismo.
—Algún hecho curioso?
—La primera semana de vivir en Alemania, a la cena de bienvenida de la residencia de estudiantes, dije que era catalana y todo el mundo me empezó a explicar los viajes que había hecho a Barcelona y también a la Costa Daurada! A partir de entonces, les gustadesayunarpan con tomate los domingos por la mañana.
—Qué costumbre se llevaría?
—El valor que dan al civismo. Se encaminan hacia el norte noble, culto y ricoque describía Espriu en sus versos. Sólo un ejemplo: el metro es de acceso libre y se presupone que los usuarios disponen de billete. Nosotros también tendríamos que tender.
—Qué es lo que más echa de menos?
—El tejido asociativo, en el corazónde Europa no hay una sociedad civil organizada tan dinámica como en Cataluña, donde todo el mundo participa en alguna entidad. Un ejemplo son las Fiestas Mayores y los grupos de cultura popular y tradicional. Ya les gustaría tenerlos, en las ciudades germánicas.
—Tiene intención de volver?
—Creo que sí, después de cinco años, ya es hora de volver.