Via Pública
Los peatones reclaman un recorrido seguro entre el centro y SPiSP
Los coches les pasan a toda velocidad por l'N-240 y la pasarela alternativa tiene carencias de luz y seguridad
Estudiantes y vecinos de la zona educacional de Sant Pere i Sant Pau y también los del paseo de Bonaire reclaman más seguridad en las vías de tráfico de peatones que comunican con el centro de la ciudad. Aunque para desplazarse al centro de Tarragona optan por el transporte público o el vehículo privado mayoritariamente, hay decenas de jóvenes que diariamente creen los dos puentes más próximos en el Campus Sescelades que atraviesa la autovía A-7.
El recorrido más directo desde la plaza Imperial obliga a pasar por el arcénde la carretera N-240 que carece de una acera, con el consiguiente riesgo: vehículos a toda velocidad a un metro de distancia, no hay barreras de protección en la mayor parte del tramo (sólo están 75 metros), zonas mal pavimentadas y estrechas, y algunas, a tocar ya del centro, que ni siquiera cuentan con el espacio suficiente de paso a causa del incivismo de algunos conductores, obligando a los jóvenes a bajar momentáneamente a la carretera.
Desde la zona educacional hasta pasado el puente en dirección hacia Tarragona está bastante bien, hay una acera grande. Pero cuando ya lo has cruzado, tienes que estar muy pendiente de cómo pasan los coches, porque no hay ni protección y es más estrecho», explicaba a Diario Más Núria Barrote, estudiante de la URV. De hecho, tal es la proximidad de los vehículos que, al pasar algún camión o autobús a gran velocidad, notan incluso la ráfaga de aire que produce.
«Es un desastre. Los que vivimos en las casetas de Bonaire (a la altura de la URV pero alotrolado de la carretera) no podemos ni transitar casi por la acera que hay y tenemos que cruzar el puente que conecta con el lado de la universidad. Cuando tengo que ir al hospital Joan XXIII tengo que dar todo el recorrido por ellado contrarioy dado que no hay ningún paso de peatones hasta llegar a Tarragona, no puedo cruzar», comentaba Rosa Queralt.
La vía es del Estado, ya que este tramo todavía no ha sido traspasado al Ayuntamiento. Pero desde la subdelegación del Gobierno de Tarragona se indica que la obligación de la administración central es construir carreteras y arcenes, la urbanización del entorno, no es competencia suya.
Aunque el arcénde l'N-240 es la forma de acceso más directo, la mayoría de estudiantes y vecinos del barrio que optan por moverse a pie transitan porla pasarela que conecta Países Catalanes y Piy Maragall con los callejones|callejuelas que tocan en la avenida Catalunya. Tienen que hacer un poco más de vuelta, pero se evitan pasar por la carretera.
Aunque en general la pasarela por el lado de Sant Pere i Sant Pau se encuentra en muy buenas condiciones (amplías aceras hasta llegar, muchas farolas de luz), la cosa cambia al llegar en la banda|lado de Tarragona. Coches y peatones tienen que compartir el estrecho caminet que lleva hasta la rotonda de la avenida Catalunya con Sant Antoni Maria Claret. «Hay un trozo que es del suelo y cuando llueve no se puede ni pasar», explicaba Xugi, de la URV.
«En invierno, cuando se hace oscuro, da miedo pasar porque no hay mucha luz, entonces es cuando opto por coger el autobús», comentaba Núria Bernat.Los vecinos que utilizan este paso elevado de peatones, denuncian también que algunos jóvenes se meten con las motos, con el consiguiente peligro para|por el resto de peatones. «Nos tenemos que poner a recoger firmas para que lo mejoren», razonaba un vecino.