Los paneles del andén 2 serán reparados cuando se remodele la estación

Los pasajeros de la estación de Renfe de Tarragona, que cogen los trenes al andén 2, donde paran los trenes en dirección a Barcelona, ya no pueden consultar los minutos de retraso con que llegará su tren. Estos últimos días, los usuarios de Renfe se han encontrado con los paneles apagados y los relojes recubiertos de cinta adhesiva con el logotipo de Adif, la empresa estatal que administra las infraestructuras ferroviarias y que ha confirmado que no se arreglará hasta que se inicien las obras de accesibilidad, para|por la cual ni hay fecha de execuxió ni se conoce la empresa que, finalmente, las realizará.

Se trata de un problema con el sistema eléctrico, que se arreglará con un cambio del cableado. Así pues, hasta de aquí un largo periodo de tiempo, los usuarios tendrán que estar atentos constantemente al sistema de megafonía, que funciona perfectamente o bien mirar los horarios en los paneles del andén 1, que también funcionan con normalidad. Los usuarios comentan que, desde el andén 2 es muy difícil, sino imposible, ver los paneles informativos del andén 1. Las obras de la estación están en pleno proceso de licitación. Actualmente, un grupo de expertos están analizando las ofertas que han presentado cerca de una treintena de empresas, pero no se sabe la fecha en que escogerán a la adjudicataria.

Hay usuàris que consideran que este incidente se suma a una gran cantidad de problemas que tienen la estación y, de paso, el servicio de trenes en general. RomaMassot es un usuario habitual del servicio de Regionals, y a menudo viaja en tren en Barcelona. Massot pero no detecta muchos elementos positivos en sus trayectos: «En el traslado de Tarragona en Barcelona, Renfe organiza un viaje relajado, que permite leer la prensa, y resolver algúnque otro Sodoku», comenta con sarcasmo. Él, y otros usuarios, acumulan quejas sobre la red de cercanías con respecto a incomodidad, carece de puntualidad, mal estado de la mayoría de trenes, mala información, lentitud de los trayectos y el abandono de la estación, aunque esta última crítica está en vías de solucionarse.