Un pacto «de inacción» y «tranquilidad» que no convence a la oposición

Los partidos de la oposición discrepan radicalmente con las positivas valoraciones del tripartito sobre los primeros cien días de Gobierno en Tarragona.

Los cinco grupos que la conforman, C's, ERC, CDC, CUP e ICV, aportaron argumentos diferentes, según las directivas de cada partido, pero estuvieron de acuerdo en asegurar que el pacto sólo es positivo para|por los partidos que lo conforman, y no por la ciudad. «Es el pacto de la tranquilidad, que es lo que buscaba Ballesteros», aseguraba Rubén Viñuales, a ninguno de Ciudadanos en Tarragona. El portavoz de ERC, Pau Ricomà, iba un paso más allá, negando lo que desde el Gobierno aseguraban: «El pacto de gobierno es una decisión ideológica y no es un acuerdo trabajado».

También Convergencia criticaba el pacto, y su portavoz, Albert Abelló, declaraba que «es evidente que unir debilidades, en este caso tres, nunca no ha sido un sinónimo de éxito, sino todo el contrario», e, incluso, valoraba el pacto como «antitarraconense».

La CUP e ICV coincidían en que, un pacto formado por partidos de la derecha ideológica, no es el que Tarragona necesita. Arga Sentís, portavoz de ICV, decía no estar de acuerdo con qué el Gobierno lo formen partidos conservadores mientras que, en las últimas elecciones, había habido un aumento de votos por la izquierda. Por otra parte, en un comunicado de la CUP decían que «100 días son pocos para poder valorar los costes políticos de esta alianza derechista y reaccionaria, pero sí que se podrían cuantificar económicamente», refiriéndose a los costes del incremento de asesores o de concejales, por ejemplo.

También hubo grupos que acusaron en el Gobierno de haber creado un pacto sin tener objetivos comunes. Segundos Ciudadanos, «no han aportado nada innovador. Dijeron que sería la energía positiva que necesitaba la ciudad y no han desencallado ni un proyecto». En más, ERC y CDC, destacaban que el Gobierno ha perdido en diálogo con la oposición. Según Ricomà, el tripartito está «muy preocupado al evitar que la oposición haga su tarea legítima de fiscalización», mientras que Abelló destacaba «la falta de transparencia y el poco diálogo siguen siendo los grandes protagonistas de este gobierno»

Por otra parte, los partidos de la oposición enumeraron todas aquellas políticas que consideraban que no se han desarrollado satisfactoriamente. Por ejemplo, ERC denunciaba que no se firmó un pacto con las PYMES, la CUP criticaba la falta de vivienda social y CDC recordaba el proyecto de Jaume I o el Banco de España.

El líder de Ciudadanos, sin embargo, fue el único que pudo detectar algún elemento positivo, y este fue la tarea del concejal de Unió, Josep Maria Prats. «Es lo único que hemos visto que está llevandoel área con interés», decía.