Centenares de tarraconenses participan en la fiesta del Corpus
La procesión, el pequeño 'seguici' con los gigantes, las alfombras y el Ou com balla fueron los protagonistas
Como cada año para|por Corpus Christi, el empedrado del Pla de la Seu se llenaba de color con las dos enormes alfombras elaboradas por la Real Hermandad de Jesús Natzarè y la parroquia de Sant Francesc. Una de pétalos de flores y plantas, llevadas por muchos ciudadanos, y el otro de polvo de mármol tintado de varios colores, que trataba de reproducir el rosetón de la Catedral. En la plaza del Rey también y había otra pequeña reproducción con dibujos hechos con polvo de mármol.
Mientras los feligreses acababan de poner las flores, los gigantes Negritos, los Moros y los del Cos del Bou, se preparaban en la plaza de la Font para iniciar al habitual séquito del Corpus hasta la Catedral. Pau Benito, de sólo dos años, los observaba con fijación. Su madre, Angeles Cantos, explicaba el porqué: «Yo me dedico a la restauración y he participado en algunas de las mejoras de estos gigantes, por eso él los conoce tanto»!.
Una vez el séquito llegó a la plaza de la Seu, los portadores esperarían que la celebración de la eucaristía finalizara, por participar de la procesión de la Custodia del cuerpo de Cristo, donde la forma consagrada es la gran protagonista. Tras ellos, los estandartes de las cofradías de Semana Santa tarraconenses, la bandade música municipal, los gigantes, las autoridades y sobre todo, decenas de pequeños y pequeñas ilusionados. Y es que es costumbre que todos los jóvenes de la ciudad que jan recibido la comunión el mismo año, puedan salir en la procesión del Corpus. Cerca de las seis de la tarde, antes de la eucaristía, la calle Major parecía un auténtico desfile de modelos de trajes de comunión.
Pero la Custodia compartía ayer protagonismo con el Ou comballa. Centenares de personas pasaron a lo largo del día por el Claustro de la Catedral para observar el tradicional huevo agujereado que flota a la fuente central. Según explicaba el mosén Magí Mejías, el huevo representa una nueva vida.