Tarragona es la ciudad de la provincia con más robos en Roba Amiga
El punto más débil de los contenedores era el candado, así que han creado un nuevo sistema que los mantiene fuera de la vista
«Se trata de grupos organizados, porque rompen los candados y se hacen moldes de la cerradura para hacer llaves falsas y poder robar al resto de contenedores más fácilmente», detalla el chófer de la fundacióFormació iTreball, que gestiona el proyecto Roba Amiga. Así pues, desde la fundación ven poco probable que se trate de particulares que roban la ropa por necesidad. Consideran que, por el grado de profesionalidad de los robos y las grandes cantidades de ropa que desaparecen de los contenedores, lo más probable es que se trate de grupos organizados.
Su hipótesis, que comparten con la Guardia Urbana, es que «se la deben llevar fuera del país, porque normalmente no encontramos la ropa en mercados u otros puntos de venta, simplemente desaparece». Es el caso, por ejemplo, de los 1.500 kilos de ropa que encontró a la Guardia Urbana la semana pasada en las afueras de Sant Pere y Sant Pau, en una pila organizada con diferentes bolsas de plástico y que «seguramente tenían que cargar en un camión para llevársela lejos». Ramírez fue uno de los operarios que fue a recoger la ropa cuando recibieron la llamada de los agentes del hallazgo que habían hecho, y destaca que «la ropa estaba en buen estado, y muy bien ordenada, no había llegado en medio del bosque por casualidad».
Por intentar minimizar los robos, ya han empezado la instalación de los nuevos contenedores. Para mantener la ropa segura, primero hicieron un tipo de contenedores que evitaba, gracias a una puerta giratoria, que se pudiera acceder a la ropa por el agujero por donde se tira dentro del contenedor. Aun así, se encontraron con que el problema principal era que los candados aparecían rotos o forzados, así que ahora han instalado unos nuevos contenedores que esconden los candados detrás de una caja metálica. «Sabemos que encontrarán la manera de robar la ropa igualmente, pero es nuestro trabajo hacer todo el posible para evitarlo. Con este nuevo sistema, nos hemos dado unos meses de margen», explica Ramírez.
Ya se ha demostrado que el nuevo sistema tiene un 80% de efectividad, y confían en que en Tarragona, el resultado sea lo mismo.