Tarragona prohibirá en seis meses la venta de animales vivos en los mercados

La prohibición de este tipo de puestos llegará un año y medio después de que 24.103 personas firmaran una petición en la red, encabezada por una estudiante tarraconense, Blanca García, para eliminarlas. «Estos animales, día tras día, siguen pasando por las mismas situaciones, y mucha gente quiere cambiarlo», explica la joven a DiariMés. Quejas que llegan esta misma semana de una de las paradasde Bonavista, dedicada exclusivamente en venta de animales de consumo (para matar y comer). Algunas de las gallinas están en grupos, dentro de pequeñas cajas de cartón, sin poderse casi ni mover. Los mismos clientes que pasan por delante ven cómo algunas de ellas intentan sacar la cabezaa través de la ranura, para escapar. «Es igual que sean animales de compañía o de consumo, son seres vivos», reivindica Anna Carbonell, portavoz de Libera!, y miembro del grupo de trabajo que está redactando la ordenanza. Según indica, ya hace cuatro años que ella y sus compañeros trabajan conjuntamente con la mayoría de fuerzas políticas municipales. «Si todo va como ahora, en 6 meses podemos tenerla aprobada. Nos falta todavía pasar por el proceso de socialización, donde otras asociaciones y ciudadanos puedan decir la suya y hacer enmiendas», anuncia el animalista. Tarragona se sumará por lo tanto, a de otras 19 localidades catalanas que ya prohíben la venta de animales vivos a sus mercados.

Si finalmente se aprueba la ordenanza a finales de año, eso supondrá que las cuatro paradastendrán que abandonar sus espacios en un corto plazo de tiempo, a primeros de 2017, ya que la licencia municipal para poder vender a los mercadets municipales se otorga para un solo año, y se tiene que renovar cada mes de enero. La idea de los animalistas es, por lo tanto, que con la entrada en vigor del nuevo texto, esta renovación ya no se pueda producir.

La actual ordenanza General de Convivencia Ciudadana y Uso de los Espacios Públicos de Tarragona ya lo prohibía: «Queda expresamente prohibida la venta ambulante de animales de compañía», dice en el artículo 173. Pero los comerciantes de estos animales se han amparado todo este tiempo en la terminología. Aseguran que ellos ya no venden animales de compañía (gatos, perros, hurones), tal como se prohíbe. Sólo comercian con animales domésticos (pájaros, peces, conejos, ocas), que quedan fuera del decreto, o de consumo, como gallinas. Aparte, razonan que no los afecta porque no se consideran ambulantes. «No lo somos, nosotros no vamos por una parte al otro vendiendo, tenemos una paradacon todos los papeles en regla», explica Joan Roig, uno de los propietarios.

Él y su hijo indican que periódicamente reciben inspecciones de los agentes del Seprona de la Guàrdia Civil, del Mossos y de la Guardia Urbana. «Si no lo tuviéramos todo correcto, no podríamos estar aquí vendiendo», indica Encarnado, quién vive con cierta preocupación la puesta en marcha de esta ordenanza, «tengo más de 60 años, llevo47 dedicándoseme a eso, si me prohíben venir a Tarragona, me hunden totalmente». La única forma de darse por satisfecho, según explica, es consiguiendo que el Ayuntamiento lo indemnizara, por todos estos años que ha estado en sus mercadets.