El transporte público para los estudiantes de la URV es el más caro de Catalunya
Lleida y Girona tienen tarjetas de bus especiales y Barcelona cuenta con una tarjeta de viajes ilimitados más económica
El transporte público para los estudiantes de la URV es el más caro de Cataluña
Poniendo por caso a un estudiante, que vive en la capital de provincia y utiliza aproximadamente 50 viajes mensuales, teniendo en cuenta dos viajes cada día de lunes a viernes, sumando los imprevistos. En Tarragona, su mejor opción es el abono 50-30 que permite hacer 50 viajes al mes y cuesta 29,25 euros paralos estudiantes. En Lleiday en Girona existe una tarjeta especial paraestudiantes, que permiten unos abonos mucho más ajustados. En Lleida10 viajes valen 5 euros y en Girona hay una tarjeta única de 380 viajes que vale 110 euros, así pues, los estudiantes pagan menos de 3 euros para cada diez viajes. En Barcelona, no existe el abono específico parauniversitarios, pero todos los menores de 25 años se pueden hacer la Tjove, que dura un trimestre y cuesta 105 euros. El estudiante que realiza 50 viajes mensuales tendrá que pagar aproximadamente lo mismo que en Tarragona. Aun así el estudiantebarcelonés podrá hacer viajes ilimitados por toda el área metropolitana durante tres meses porel mismo precio, y el tarraconense, para hacer lo mismo, se tendrá que comprar una Tmes, porun precio más alto.
Hace falta tener en cuenta también que los estudiantes que vivan en localidades próximas a Tarragona, desde CambrilsaTorredembarra, están contabilizados en la zona 1, y no hará falta que paguen dos zonas, como es el caso de los estudiantes de Valls, Calafell o Montroig del Camp.
Los sindicatos de estudiantes tarraconenses critican duramente que todos los entes implicados lo permitan, sea la universidad, la Generalitat o la misma AutoritatTerritorial de la Movilidad. Tanto como explicaba un miembro del Sindicatde Estudiants de los Països Catalans en Tarragona, l'Aleix Tena, «estamos pagando unas tasas abusivas, incluso con los abonos, ir a un pueblo próximo, como Valls, es excesivamente caro».
Consideran que, entre todos, tendrían que rebajar las tarifas a los estudiantes que, no sólo no poder permitirse trabajar una jornada completa, «tenemos que pagar cerca de 2.000 euros cada curso universitario, y eso muchos le tenemos que sumar unos 600 euros en transporte». Consideran que la Universitattendría que ser la que presione para que se ajusten los descuentos a unos precios más accesibles, tanto a la administración pública como a las empresas de gestión del transporte público.
Además, asegura que los más perjudicados son los estudiantes de ciudades y pueblos próximos, y las cifras lo confirman. En el momento en que se necesitan 2 zonas, el abono 50-30 pasa de 29,25 euros a 53,82 euros. Los otros abonos, sufren un aumento similar.
«Hay muchas familias que tienen unos ingresos mensuales inferiores a mil euros, no se los puede exigir que dediquen la mitad a coger el bus|buzo», denuncia al sindicalista. La propuesta del SEPC en la URV es que se siga un modelo como el de Girona o en Lleida, que ofrecen todas las facilidades a la movilidad de los estudiantes. «Además, es un beneficio por las ciudades que vengan estudiantes, lo es por Tarragona como lo es por Reus, como por todas,» argumenta Tena, que asegura que, con las tarifas actuales, lo que se está consiguiendo es que los estudiantes escojan otras universidades como primera opción.