Excrementos humanos y desperdicios en las nuevas escaleras de la calle del Vapor
Los vecinos dicen que, desde la abertura en mayo, es un espacio de los sin techo y jóvenes problemáticos
El Ayuntamiento destinó este año a la reforma de las escalerasfijas que comunican la calle Zamenhoff con el del Vapor 20.105,74 euros, con el fin de poder reabrirlas al observarse carencias de seguridad en la estructura. No han pasado ni dos meses (se abrieron a finales de mayo) y, desde entonces, no han dejado de surgir problemas. Este diario publicaba a finales de junio que se estaban produciendo peleasde jóvenes con piedras en el renovado entorno. Ahora hay que sumar una nueva preocupación vecinal: las escalerasy toda la zona de paso que lo rodea se han ido llenando de desperdicios, e incluso, de algo más preocupante, pues están apareciendo excrementos humanos y restos de papel higiénico utilizados en dos puntos del recorrido.
Además, el olor de orina en el primer tramo por ellado de Zamenhoff es del todo insoportable. Según explican a DiariMés los vecinos, se está convirtiendo en un punto habitual paradormir de varios sin techo. «Escogen este lugarporque hay puntos de las escalerasque no se ven desde arriba, y así pasan desapercibidos», concretaba Irene, una vecina. Asegura que, últimamente, ha llegado a ver hasta tres personas pasando la noche en el espacio. De hecho, no es difícil contrastar esta versión, ya que, en uno de los rellanos de las escaleras, donde hay una cavidad rocosa, se amontonan varios pantalones, unas cuantas camisetas y al menos seis pares de calcetines. En eso hay que sumar numerosas latas vacías y varias botellas de alcohol, una de ellas hecha añicos en medio de las escaleras, con los cristales esparcidos por todo el entorno.
La profesional de la brigada de limpieza que se encarga de esta zona asegura que ella barre normalmente las escalerasde arriba abajo, pero que «a los dos o tres días» todo vuelve a estar igual de sucio. De hecho, el operario indica que su encargado los hace especial énfasis en que limpien esta infraestructura, ya que es conocido de hace años en el barrio que también frecuentan el espacio muchos jóvenes, donde hacen improvisados botellones. Da miedo pasar por allí. Ahora en verano se juntan muchos jóvenes para fumar cannabis. Creo que también se mueve droga», decía Antonio. Este vecino ha llamadovarias veces a la Guardia Urbana cuando ha oídodemasiado alboroto, pero según indica, «algunas veces no han ni venido». Tal es la incomodidad de los vecinos que, según Irene, muchos, cuando no funcionan las escaleras mecánicas del lado, optan por pasar por la calle Apodaca para subir en el centro, en vez de utilizar las renovadas escalerasfijas. También se suma a esta decisión, la poca iluminación con que cuenta el espacio.