Pondrán en marcha un teléfono para jóvenes víctimas de bullying homofóbico

Los chicos y chicas gais, lesbianas, bisexuales y transexuales de Tarragona tendrán, desde el inicio de este próximo curso, un nuevo servicio de acompañamiento cuando más lo necesiten. El Ayuntamiento de Tarragona y la entidad LGTBI H2O ponen en marcha un teléfono para tratar y denunciar el bullying por parte de compañeros de escuela, de instituto, de su equipo deportivo, de su casal, o de cualquier otro ámbito donde se muevan.

De hecho, la línea la podrán utilizar también familiares, profesores o monitores, en caso de que vean una situación humillante hacia un joven homosexual, por parte de otros integrantes de un determinado grupo, para saber como actuar. Lluís Romero, técnico de SalutJovedel Ayuntamiento, que ya realiza charlas sobre sexualidad y afectividad por todos los institutos tarraconenses, será quien esté en elotrolado del teléfono. También lo pueden hacervíaWhatsApp, ya que según explica al DiariMés su compañera Clàudia Viñals (responsable del teléfono anti-bullying del Vendrell, que ya está activo) la mayoría de los adolescentes con problemas no se atreven a marcar el número y mantener una conversación directa, «se sienten más cómodos por mensaje, así pueden pensarse dos veces qué escribir o cómo responder. Más adelante cuándo ya te conocen, acaban llamando», comentaba la técnica.

Según explican de la experiencia del Vendrell, muchos jóvenes temen que su llamada pueda tener una repercusión directa, en forma de represalias, en caso de que el técnico tome cartas en el asunto, y busque a los responsables. Pero esta no será la forma de actuar de Romero. Escuchará y aconsejará, y sólo en caso de que el adolescente lo pida, emprenderá medidas para que se investiguen los hechos. «Estaremos a disposición de la persona afectada», resumía el técnico. «Si quiere, podremos contactar con el centro donde suceden los hechos, hablar con el director y hacer un informe», aclaraba Viñals. Ahora mismo, Viñals y Romero deH20 trabajan conjuntamente con las áreas de enseñanza y de políticas porla igualdad del Ayuntamiento con el fin de definir los protocolos a seguir, en caso de problemáticas graves.

Los profesores, los primeros

Antes de que un chico o una chica tenga que llegar al nivel límite de descolgar el teléfono para pedir ayuda, según los dos técnicos expertos en sexualidad y afectividad, las escuelas y los profesores de la ciudad tendrían que haberlo evitado. Se trata, en definitiva, de que los docentes sepan identificar el bullying homofóbico y lo frenen. De aquí que el Ayuntamiento y H2O preparan también, de forma paralela al teléfono, unas formaciones específicas para maestros. «Les daremos herramientas, les aclararemos los conceptos en los que puedan tener dudas y les daremos materiales para que los puedan trabajar en clase», ampliaba Romero. El material didáctico, que ya lo tienen listo, incluye cuentos que hablan de diversidad, canciones y una serie de textos, adaptados en cada caso, al margen de edad específico. Tendrá que ser la misma escuela quien lo pida. «La idea es asesorar sobre el colectivo LGTBI y que trabajamos juntos, haciendo un trabajo en cascada,» decía el técnico.

Y en esta amplia ofensiva contra el odio por motivos de sexualidad y de género en adolescentes, seguirán siendo claves las charlas pedagógicas que realizan desde hace tiempo en escuelas e institutos. Seguirán, y con más fuerza. «A las charlas hablamos de la diversidad, y nos cuestionamos muchos aspectos. Hablamos de todo tipo de relaciones porquesino una parte de los jóvenes desconecta rápidamente y dice: ‘Yo no soy homosexual, no me interesa’. También nos encontramos a menudo con chicos que dicen que no ven normal la homosexualidad, o que la especie humana se extinguirá. Eso se trata de miedo en las cosas que no conocen, miedo a lo que es diferente de lo que te han enseñado que teóricamente es normal. Pero ¿ qué es normal y qué no?», desarrollaban Viñals y Romero.

El teléfono, la formación de los maestros y las charlas con adolescentes también se encaminan hacia la autoaceptación, ya que muchas veces «el rechazo también es contra uno mismo, de no aceptar su propia condición», asegurabaRomero. Con todo, la situación de los jóvenes y las jóvenes gais, lesbianas y transexuales mejora a pasos agigantados con el paso de los años en Tarragona. «Ahora voy a hacer las charlas y me encuentro alguna vez a dos chicos que van cogidos de la mano y que no se esconden, eso era impensable hace 10 años, cuando empecé todo eran burlas», recordaba al técnico.

Hasta la puesta en marcha oficial en septiembre, Romero atiende ahora cualquier problema de homofobia en el teléfono de SalutJoveTarragona: 692 93 02 04.