Recogida de firmas en Change.org para regular la música en vivo en Tarragona

El músico Carles Vergés ha arrancado en la plataforma online change.org una recogida de firmas con el fin de hacer llegar al Ayuntamiento de Tarragona la petición de que se redacte una normativa «transparente y objetiva» que no genere interpretaciones políticas ni técnicas para poder realizar actividades musicales y culturales en la ciudad de Tarragona y que estas garanticen «el descanso de los vecinos». FIRMAR

La petición se activó en change.org a mediados de semana y a estas alturas está cerca de alcanzar el millar de firmas. El origen de la petición es el decreto municipal del Área de Territorio que en virtud de la regulación de los usos en las playas determinaba la prohibición de realizar música en vivo en los 'chiringuitos' de manera habitual (sólo se admiten algunas excepciones muy extraordinarias).

El grupo municipal de Ciudadanos ya expresó el pasado 12 de julio su oposición al decreto. De hecho, el concejal de C's Rubén Viñuales señalaba que era «injusto que se prohíba cualquier actividad musical cuando a los titulares de los «chiringuitos» se les ofrecía por contrato la posibilidad de celebrar dos o tres actividades musicales al año». VER

Una polémica añadida ha sido el hecho que el teniente de alcalde de Territori, Movilidad y Patrimonio Municipal, Josep M. Milà, a una pregunta de la concejala de la CUP en una comisión de su área, negara la existencia del decreto que prohibía las actuaciones en vivo y sólo indicara que estas no estaban permitidas porque se habían producido problemas de masificación en actuaciones precedentes.

La recogida de firmas de Carles Vergés incluye enlaces a los dos documentos: DOCUMENTOS

En cualquier caso, la petición de firmas pretende que se reformule la normativa municipal, que actualmente está basada en la legislación catalana sobre Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, conocida como REPAR. Según explica al autor de la iniciativa, Carles Vergés, «esta normativa ha generado controversia y ha sido motivo de queja e indignación por parte de todo tipo de agentes culturales durante estos seis años de aplicación».

De acuerdo con los argumentos de Vergés, el Ayuntamiento de Tarragona utiliza la normativa de la Generalitat «a discreción» y entonces la única manera de qué en Tarragona se puedan hacer programaciones culturales en la calle «está bajo el auspicio y coorganización del ayuntamiento, lo cual da pie a tráfico de influencias y prevaricación».

La demanda de una nueva normativa, según Vergés, se para poner fin a situaciones de molestias a los vecinos o de programaciones mal gestionadas «precisamente para solucionar este problema pedimos una normativa que no sea discrecional (en dedo) y que no permita que unos puedan generar molestias y que los otros seamos multados y criminalizados».