Los vecinos del Barrio del Puerto piden soluciones para el sistema de alcantarillado

«Cuando llueve, somos conscientes de que no podemos salir a la calle», explica Begoña Fernández, una vecina de la calle Real. El sistema de alcantarillado del Barrio del Puerto no asume la totalidad de la lluvia, lo cual hace que sobresalga el agua de las alcantarillas, que las calles se inunden y que estén llenas de suciedad, aguas fecales, ratas y cucarachas. Los vecinos piden a las administraciones que busquen una solución.

«El problema es que toda la porquería de la ciudad va al Barrio del Puerto», comenta Rosa Puig, presidenta de la Asociación de Vecinos. «Por eso pedimos que cuando llueva, la brigada municipal venga a limpiar la zona», añade. Según los vecinos, la peste de las calles es inaguantable, los lavabos de las casas particulares se embolsan y los parkings quedan inundados. «Esta no es manera de vivir», explica Begoña Fernández.

El problema es que la cavidad de las alcantarillasdel barrio es insuficiente y no pueden tragar toda el agua de la lluvia. Esta problemática también existe en el barrio del Serrallo. Pero la solución es complicada, ya que la zona se encuentra al nivel del mar y, por lo tanto, no se pueden ampliar. Desde la Asociación de Vecinos del Barrio del Puerto se pide que se lleve a cabo un estudio sobre la ubicación de las alcantarillas. «Creemos que la poca inclinación de las calles también es uno de los factores que dificulta el buen funcionamiento del sistema de alcantarillado», explica la presidenta de la entidad.

Las calles que se ven más afectados poresta situación son el Smith, Castaños, Lleó, Reial y, sobre todo, la calle de Misericordia. Algunos vecinos han decidido construir unos tablones de madera y de hierro para colocar en las entradas de los edificios y así evitar que el agua entre en las casas. «No podemos vivir así, nosotros no somos un centro de desechería, somos un barrio», reivindica Begoña Fernández.

Se trata de un problema histórico. La presidenta de la Asociación de Vecinos recuerda que hace aproximadamente 40 años, la zona ya sufría estas inundaciones. «Hace muchos años que luchamos y cada vez recibimos más quejas», explica Rosa Puig. Los vecinos ya se han reunido con varios partidos políticos para solucionar el problema, pero casi todos justifican que «la solución es compleja porque el barrio se encuentra al nivel del mar».

El pasado mes de abril, se llevaron a cabo las obras de renovación del alcantarillado de la calle Lleó. Se sustituyeron más de 500 metros de red de alcantarillado, pero el problema todavía sigue presente y la suciedad no ha cesado. Los vecinos están cansados de esta situación, y aseguran que si eso no cambia, lo tendremos que denunciar.