Muchos curiosos y pocos compradores en la Fira Fora stocks tarraconense

Mientras los organizadores de la feria se muestran satisfechos por haber sido capaces de atraer la atención de la gente y aumentar así el número de asistencia con respecto a ediciones anteriores. Los comerciantes participantes, en cambio, lamentan que esta gran afluencia no se haya materializado en las ventas. Judith Sentís, dinamizadora de la Fira Forastocks, ha asegurado que «el objetivo era que la gente visitara la feria y eso lo hemos conseguido». Una visión bastante diferente es la que tienen los tenderos de la ciudad al afirmar que, a grandes rasgos, el fin de semana «ha sido mucho más flojo que otras ediciones». Así lo ha manifestado Florinda Rosillo, propietaria de la Quesería Rosillo de Barcelona, quien al mismo tiempo ha dicho que «no cubre los gastos del stand».

Igual que ella, otros empresarios tarraconenses como Neus Montcusí, responsable de la tienda de moda femenina Madonna o Marga Espinosa, propietaria del establecimiento Angelets, han explicado que las buenas ventas que han realizado han sido gracias a su clientela habitual. Y excepcionalmente, algún turista ha aprovechado la ocasión para hacerse con una prenda de abrigo pensandoen la vuelta a casa.

En este sentido, Montcusí propone que se tendría que abrir la feria a partir del viernes por la mañana, coincidiendo con el horario comercial del resto de tiendas de los alrededores. La empresaria sostiene que «tiene que haber intención de comprar y qué mejor que inaugurar la feria durante las horas en que la gente acostumbra a hacer sus compras habituales».

Asimismo, la responsable de Madonna cree que si se impulsaran políticas municipales que motivaran y estimularan el comercio, más número de tenderos participarían en la iniciativa. «Recuerdo que hace unos años la Cámara de Comercio cedió el espacio de forma gratuita y un gran volumen de vendedores se sumó a la propuesta comercial», apostilla Montcusí.

Por otra parte, Neus Montcusí se muestra crítica con la incorporación de este año de un área gastronómica con food trucks. La vendedora ha argumentado que «se tiene que tirar mano de otros recursos porla falta de tiendas en la ciudad, tanto aquellas que no ha participado como las que, con motivo de la crisis económica, han tenido que bajar la persiana». Además, piensa que con este tipo de actuaciones se pierde «la esencia de la feria, que no era otra que hacer compras de final de temporada, aprovechando las rebajas, con el fin de complementar el vestuario que ya se había adquirido al inicio del verano y duranteel mismo.» Recordamos que la Fira Forastocks nació como una muestra de ropa, calzado y complementos en la calle, con la finalidad de liquidar los artículos de temporadas anteriores a un mejor precio.

Finalmente, Montcusí ha expresado que la presencia de espectáculos musicales dentro de la muestra «lo único que supone parael vendedoresdistraer la venta y que el visitante tan sólo venga a dar un paseo».