La competencia abarata el pescado azul, a pesar de la mejora de las capturas
La Generalitat está llevando a cabo un Plan de competitividad para recuperar el valor económico de la sardina y el boquerón
Las capturas de sardina y boquerón en Tarragona han mejorado. Desde hace unos dos meses, los pescadores de cerco aseguran que la pesca de pescado azul va al alza. Hay más cantidad y las sardinas y tienen más grasa. Durante todo el año pasado se capturaron 248.000 kilos de sardina, este año ya han llegado casi al millón, y todavía faltan cuatro meses para acabar el año. Pero el problema de los pescadores todavía no ha acabado, ya que a causa de las pocas capturas que estuvo el año pasado, el pescado azul ha perdido valor económico y se sigue pagando a un precio muy bajo.
Los pescadores de cerco entienden que el año pasado el pescado azul perdiera valor, ya que la sardina y el boquerón era joven y pequeño, y con bastante trabajo conseguían coger. Pero, este año, el pescado es perfectamente comercializable: en un kilo entran hasta 80 piezas de boquerón. Según explican los pescadores de cerco de Tarragona, hay una fuerte competencia. Aseguran que en las grandes superficies llegan diariamente dos o tres trailers llenos de pescado azul proveniente de Croacia o Italia. ¿«Cómo podemos luchar contra eso»?, se pregunta Agustí Rillo, presidente de los armadores de cerco de la provincia de Tarragona. Hace seis años, el kilo de sardina iba, como mínimo, a 1,60 euros. Actualmente se paga a noventa céntimos.
Es por eso que la Generalitat de Catalunya ha elaborado un Plande mejora de la competitividad del pescado azul, en qué se estudian soluciones que permitan recuperar el valor de este tipo de pescado y propone la aplicación de determinadas medidas de gestión que puedan superar el marco competencial del sector. «La intención es hacer entender a la gente que nuestro pescado es de proximidad y que no ha estado manipulado», explica Rillo. De esta manera se proponen una serie de campañas publicitarias con la intención de dar un impulso al sector. Para la administración, concienciar al pescador de que lo que tiene que capturar es sólo aquello que puede absorber el mercado y que el producto que se tiene que ir a buscar es el pez que esté maduro, es lo más importante.
Por otra parte, la Generalitat también estudia medidas para abaratar los costes de producción de pescado azul. Así, el pescador obtendría más beneficios. Algunas de estas medidas implican disminuir el consumo de energía de las embarcaciones, realizar auditorías energéticas básicas o impartir talleres de mejora de eficiencia para asesorar a los armadores. Para la Generalitat, también es importante determinar, junto con los patrones y la cofradía, mecanismos para facilitar las compras y la contratación de servicios. Por otra parte, se está estudiando también una batería de medidas para incrementar el precio de la primera venta de la sardina y el boquerón, basadas en la valorización del producto en fresco, como protocolos de frescor y de calidad o nuevas presentaciones y envases.
La gran mayoría de los pescadores de cerco de Tarragona confían en la Generalitat. «Creemos que están haciendo los deberes», explica Rillo. En cambio, aseguran que «hemos perdido la confianza con el Estado. Nos han dicho que están llevando a cabo un estudio para investigar las causas del poco pescado que pescamos. Pero ya no nos creemos nada», explica Rillo.
Mejoran las capturas
Hace dos meses que se ha notado una mejora en las capturas de sardina y boquerón. Los mismos pescadores no entienden este cambio. «Rarezas que tiene el mar», dice Rillo. Aun así, la gran mayoría no levantan cabeza porque todavía arrastran pagos del año pasado. El Plan de competitividad también prevé un estudio sobre este estraño hecho.