Los vecinos de la Parte Alta alertan de un incremento de los apartamentos turísticos

Los vecinos de la Part Alta de Tarragona alertan de un incremento de pisos turísticos a la zona. «Cada día vemos personas que entran y salen de los pisos con mochilas. No queremos que eso se convierta en un barrio turístico, donde se fomente el alcohol y la fiesta», explica Jordi Ferré, presidente de la Asociación de Vecinos de la Catedral en la Part Alta. La oferta de este tipo de pisos se ha ido incrementando gracias a las plataformas web que facilitan el alquiler.

«No sabemos si estas viviendas tienen licencia o son irregulares, sin embargo, sea como sea, pedimos que haya un control del tipo de turistas que vienen», explica Ferré. Los vecinos tienen miedo de que la PartAlta se convierta en Salou, y aseguran que «en la Barceloneta empezaron alquilando pisos a familias y han acabado con un turismo joven que no hace ningún favor a los vecinos», comenta el presidente.

Las calles donde hay más pisos de alquiler temporal son la Mediona, la Nau, la CompteyMisser Sitges. Los propietarios de las viviendas prefieren alquilarlos de manera temporal, por diez o quince días. De esta manera, según explicó públicamente el geógrafo de la URV, Albert Arias, «cualquier apartamento turístico genera para su propietario hasta cuatro veces más rendimiento económico que un alquiler convencional».

Para la asociación de vecinos de la zona eso es un problema, ya que aseguran que un piso turístico deja de tener su función social como vivienda para pasar a ser un negocio. «Aquí nos conocemos todos y no nos gusta salir de casa y ver desconocidos. Eso es un barrio familiar», explica Jordi Ferré. Los vecinos piden al Ayuntamiento más control a la hora de dar licencias. «De momento no hemos tenido ningún problema, pero queremos prevenir cualquier situación», explica Ferré.

Una de las páginas web que ofrece más pisos de la Part Alta de Tarragona es Airbnb. Los precios oscilan entre los 40 y 80 euros la noche y también incluyen el desayuno. Los apartamentos más caros están situados al lado de la Catedral.

Acumulan ruidos

Para los vecinos, el incremento de este tipo de pisos influye en el ruido que sufren y que ya han denunciado en repetidas ocasiones. Para la asociación, todos estos hechos «degradan nuestra calidad de vida». Es por eso que piden al Ayuntamiento que no se otorguen más licencias en bares, que se reduzca el horario de los locales nocturnos, que los actos festivos se repartan por toda la ciudad y que se limiten los apartamentos y la masificación turística. «De esta manera recuperaremos el espacio público», dicen los vecinos.