Una macropelea en el Cós del Bou acaba con un detenido y un herido

Los vecinos de la calle del Cos del Boufueron testigos, durante la madrugada del sábado al domingo, de una peleaentre al menos quince personas. El incidente acabó con los cristales rotos del escaparate de un establecimiento de la zona y con un detenido porpresunto delito de lesiones y resistencia a la autoridad, por ruptura de condena y poratentar contra un agente de la Guardia Urbana. Además, durante la detención tuvo lugar una persecución por las calles más céntricas de la ciudad.

Los hechos tuvieron lugar diez minutos antes de las siete de la mañana, cuando los gritos y los fuertes golpes despertaron a los vecinos de la zona. Los implicados en la pelea, jóvenes de entre 20 y 30 años, habían pasado la noche en la SalaEl Cau, un local de ocio nocturno, situado en la calle Trinquet Vell, muy próximo a la calle del Cós del Bou. Los vecinos, asustados, sacaron la cabezaporlos balcones y ventanas para descubrir quéestaba pasandodebajo de casa. Algunos testigosaseguran que, durante casi un cuarto de hora, los implicados en la pelease gritaron, insultaron e, incluso, pegaron.

De repente, los vecinos oyeronun golpe muy fuerte. Algunos de los jóvenes que se peleaban rompieron el cristal de un establecimiento –cerrado desde hace unos meses–, situado en la entrada de la calle del Cós del Bou.

Llegadosaeste punto, un vecino de la zona avisó a la Guardia Urbana de que había una pelea. Según algunos testigos, treinta minutos después de los hechos, cuando casi todos los presentes en la peleaya se habían marchado de la calle y no quedaba prácticamente nadie, llegó una patrulla de la Guardia Urbana a la BaixadadeMisericòrdia.

Dos personas que había en la zona explicaron a la policía, en calidad de testigos, que una persona de color que conducía una bicicleta y llevaba una camisa de flores los agredió. La Guardia Urbana localizó al individuo en la calle Sant Fructuós y entoncesfuecuando se inició una persecución por las diferentes calles de la ciudad.

El incidente acabó con un detenido por resistencia y atentado contra la autoridad, ya que causó heridas en la mano a uno de los agentes. Cuando parecía que todo se había acabado, la brigada, con la ayuda de una máquina, pasó a limpiar la zona, que estaba llena de cristales.