La asociación GAIA denuncia la aparición de veneno en una colonia de gatos
La entidad animalista ya hace tiempo que pide que los intentos de envenenamiento a gatos urbanos no queden impunes
La Asociación Grupo de Acogidas y Adopciones de Animales de Tarragona, GAIA, controla 22 colonias de gatos repartidas por toda la ciudad. En los últimos meses, la entidad ha tenido que denunciar, en muchas ocasiones, intentos de envenenamientoa las familias de gatos. La asociación animalista pide que aquellas personas que intenten matar a un animal no queden impunes y que «la investigación llegue hasta el final», explica Cristina Garcia, miembro de la asociación GAIA.
Sin ir más lejos, ayer por la mañana la entidad denunció la aparición de veneno en una colonia situada cerca de la escuela del Milagro. Por norma general, la cuidadora se encarga de poner la comida y cambiar el agua. Cuando fue a comprobar que todo estaba bien, se encontró con que tanto el pienso como el agua estaban cubiertas de una sustancia blanca. Rápidamente, la asociación se puso en contacto con la Guardia Urbana.Aunque la policía activó a la patrulla de medio ambiente, no llegaron a personarse en el lugarde los hechos porque un vecino limpió la zona y, finalmente, todo quedó en un susto.
Según explica la entidad, «poner este veneno es peligroso, no sólo paralos gatos, sino también paralas personas». Además, la Ley de Protección de Animales dice que estos gatos urbanos están protegidos, por lo tanto, «no se lespuedeni matar ni maltratar», explica un miembro de la entidad.
«Desde la asociación Gaia queremos denunciar públicamente la impunidad contra las colonias protegidas. Queremos que se haga justicia y que se defiendan los derechos de los animales», explica un miembro de la entidad.
El Grupo de Acogidas y Adopciones de Animales lleva a cabo un proyecto que se desarrolla desde dos vertientes. En primer lugar, se encargan de esterilizar a los gatos urbanos, para evitar que se reproduzcan. De esta manera, la familia está controlada. Los gatos que están esterilizados se reconocen porque llevan una marcaen la oreja. En segundo lugar, la entidad también tiene la responsabilidad de proteger a los animales, «por lo tanto nuestro trabajo también es denunciar cuando identificamos que un gato» ha sido «envenenado», explica Cristina Garcia.
El de ayer no fue el primer caso de envenenamiento. Desde principios de año, GAIA se ha personado ante la Guardia Urbana hasta cuatro veces para denunciar hechos como este. El pasado mes de enero, cinco gatos, situados en la Parte Alta de la ciudad, murieron envenenados. «Eso no se puede permitir. Hay un gran esfuerzo detrás de voluntarios y recursos como para que cualquiera pueda venir y hacerles daño de manera impune», explican desde GAIA.