Imponen dos multas en un solar olvidado de la calle Estanislau Figueres
El Ayuntamiento requiere al propietario de la finca que acondicione el espacio o ampliarán las sanciones
El Ayuntamiento de Tarragona ha decidido imponer una segunda multa coercitiva, valorada en un importe de 1.001 euros, a un grupo inmobiliario que tiene en propiedad un solar situado entre la avenida Estanislau Figueres y la calle Sant Antoni Maria Claret, dado que lo tiene en mal estado desde hace años. Por segunda vez, pues, el consistorio requiere al propietario que proceda a cubrir bajo control arqueológico los restos encontrados en este espacio y, a la vez, que deje «perfectamente saneadas» las paredes medianeras con el fin de evitar la proliferación de palomas.
El requerimiento también reclama un sistema que prevenga de posibles problemas de humedades y la pavimentación del solar, asegurando su desagüe hacia el alcantarillado y evitando entradas de agua a las propiedades vecinas de la finca. De esta manera, desde el Ayuntamiento quieren conseguir que este solar esté en buenas condiciones y no sea un foco de proliferación de insectos o animales, así como de acumulación de desperdicios. A la vez, la resolución que este lunes se podía conocer publicada en el BOE (Butlletí Oficial de l'Estat) destacaba que, en caso de nuevo incumplimiento, se procederá a la imposición de una tercera multa coercitiva que tendría un importe de entre 300 y 3.000 euros. Esta imposición se repetirá sucesivamente, hasta que el propietario cumpla el orden.
Por otra parte, el propietario de la finca podrá presentar un recurso de reposición ante el alcalde en el plazo de un mes a partir de la publicación de este requerimiento. También podría presentar, directamente, un recurso contencioso administrativo ante los juzgados de Tarragona, en el plazo de dos meses. Este tipo de sanción no es un hecho aislado, dado que el Ayuntamiento tiene que utilizar estos recursos para conseguir que espacios privados –abiertos a los ojos de la ciudadanía o de fácil acceso– mantengan un aspecto correcto. De hecho, otra de las sanciones más habituales se da cuando un propietario deja una vivienda vacía y se despreocupa de tapiar o buscar métodos que eviten la proliferación de palomas y suciedad.