«Pido a ERC que se ponga las pilas y asuma responsabilidades en salud»
El alcalde acusa a los republicanos «de esconderse» a la hora de abordar la necesidad de un nuevo hospital de referencia en la ciudad
—¿Qué piensa del pacto PP-C's a nivel nacional?
—Creo que este acuerdo no responde a los deseos de cambio de la mayoría de la población española, pero es cierto que era el momento a fin de que la derecha se pusiera de acuerdo y lo han hecho. Ahora bien, deseo, como la mayoría de ciudadanos, que no haya unas terceras elecciones. Con el fin de evitarlas hay muchas alternativas, que se tienen que explorar.
—¿Qué papel tiene que hacer Pedro Sánchez? ¿Vería con buenos ojos que dejara paso a Rajoy?
—Ahora tiene que facilitar un buen debate de investidura, hecho que el Partido Popular había criticado en su momento y ahora queda claro que han caído en su propia trampa. Los populares criticaron que hubiera un acuerdo de investidura en su momento, que no tenía una mayoría sólida y, ahora, están haciendo lo mismo. El PSOE tiene que plantear un gobierno de cambio. En caso de que mi partido dejara paso a Rajoy, que no sería mi preferencia, tendría que ser a cambio de unas contrapartidas muy importantes como la reforma de la ley laboral, la reforma constitucional, la reforma educativa o la del sistema público de salud. Es decir, consiguiendo un gobierno de cambio.
—¿Ha recibido algún input que se traduzca en este cambio?
—Sinceramente, no.
—En clave territorial, a la espera de avances en la adjudicación del CRT, ¿Cree que ha llegado la hora que den un golpe sobre la mesa y el proyecto luzca el nombre de la marca Tarragona?
—Yo fui el primero que, prácticamente en solitario, dije que el nombre tendría que contemplar un topónimo local. Ahora ya veo que todo el mundo se ha apuntado por la lógica del concepto, pero también porque el acuerdo que hicimos con el gobierno de Artur Mas dice que el nombre del complejo tendrá que tener un topónimo local o territorial. Además, en el concurso de los operadores se valorará más el proyecto que así lo contemple.
—¿Qué nombre le gustaría?
—Me encantaría que fuera Tarragona, pero me conformaría con Costa Daurada, Salou o alguna cosa así. No tenemos que olvidar que este territorio tiene que poder promocionar sus marcas, sino nunca seremos nada.
—¿Siguen trabajando en la comisión bilateral Reus-Tarragona?
—El encuentro de junio lo aplazamos porque nos encontrábamos en periodo electoral. Ahora bien, los técnicos han estado trabajando y la próxima será hacia octubre. Estamos estudiando temas de comercio, ocupación, transporte, urbanismo y cultura. De entrada, sin embargo, nos estamos centrando en la mala situación de Rodalies y Renfe, todo aquello relacionado con el bajador de Bellissens, el de Tarragona Ponent y Llevant y el hipotético tranvía.
—¿En qué punto se encuentra el proyecto?
—Sólo sé que se ha hablado desde que le pareció una buena idea al conseller Rull. Sólo hay un proyecto que el Tripartito dejó en su momento. Entonces, estaba valorado en 800 millones de euros y hay que reconocer que era muy caro. Era un proyecto que tenía el epicentro en Tarragona y en Vila-seca y que contemplaba la conexión del Baix Penedès, Vendrell, Torredembarra y Altafulla, con el área más metropolitana, así como con Cambrils, Salou, Vila-seca y Reus y Tarragona. Creo que hace falta recuperarlo y hacerlo viable, de manera realista y con las infraestructuras actuales. Me encantaría poder ampliarlo, por ejemplo, en Valls, pero de momento tendríamos que empezar con un embrión de tranvía articulado ligero. Ahora mismo es difícil poder hacer infraestructuras a corto plazo. Además, tal como ya teníamos la idea hace siete años, se podrían reutilizar algunos de los convoyes actuales si se reforman.
—¿Se desencallará la llegada del tercer carril?
—Por primera vez, Reus y Tarragona defendemos un proyecto común ferroviario. Es casi un milagro histórico. Estamos exigiendo a Fomento y trabajando con la Generalitat para que este tercer hilo sea una realidad. Algunos trabajadores de Adif me han dicho que ya tendrían órdenes para empezar el tramo entre Vandellòs y Tarragona, pero yo todavía no he visto nada. No podemos permitir que el tercer hilo nos deje de lado y que perdamos las altas prestaciones, AVE, Avantia, o los regionales.
—¿Hasta dónde está dispuesto a llegar para conseguirlo?
—No pararé de llamar la atención. Con la accesibilidad de la estación llevo ocho años insistiendo y, finalmente, ha llegado. En este territorio nadie nos regala nada.
—Había pedido un nuevo hospital. ¿Hay avances al respecto?
—Lo he pedido y desde la Generalitat dijeron que se tenían que hacer reformas a corto plazo, pero a medio plazo el proyecto es un nuevo hospital, un materno infantil y un centro de docencia e investigación. Hemos tenido conversaciones con los representantes territoriales del Departamento de Salud y no hay respuesta. Por eso, pido a ERC que se ponga las pilas de una vez y que asuma su responsabilidad en la defensa de la ciudad y, sobre todo, en materia de salud. No puede ser que se escondan más tiempo.
—¿Dónde situaría el nuevo hospital? ¿Tarragona tiene un tiempo máximo para tenerlo?
—Lo colocaría al lado del actual Joan XXIII o en el terreno de la Vall del Llorito que en el POUM ya prevé este tipo de equipamiento. Ahora bien, tiene que quedar claro que no tenemos tiempo. La situación es crítica y, además, lo acaba de ratificar el Col·legi de Metges. Exigimos respuestas. No entiendo cómo se dejó perder la UCI pediátrica que ya estaba planteada y, prácticamente, concedida.
—En temas judiciales, ¿cree que se necesita más celeridad en el caso Inipro?
—No, el juez tiene que poder trabajar con su tranquilidad. Siempre he dicho que no tengo nada que esconder y no me han vuelto a citar.
—¿Cree que la detención del que fue su mano derecha lo ha perjudicado, ahora que ya han pasado varios meses?
—De ninguna manera. Nadie me para por la calle para hablar del caso Inipro.
—La limpieza y el incivismo sigue siendo uno de los problemas que más preocupa a la ciudadanía. ¿Tarragona tiene un problema grave de limpieza?
—La ciudad no está sucia, pero sí que tiene un problema grave de incivismo. Una parte de la población no considera Tarragona como su casa y la maltrata. Por ejemplo, cada día, limpiamos el entorno de todos los contenedores de la ciudad, sin embargo, al cabo de seis horas, todo vuelve a estar sucio. También barremos y limpiamos la Part Alta, diariamente, y estamos intentando que los paradistas de Bonavista no den bolsas, para evitar desperdicios. Antes de finales de año pondremos en marcha el control del ADN de las defecaciones de los perros.
—¿Cuál es la solución?
—Hemos hecho de todo, pero sigue habiendo un problema de concienciación. La Guardia Urbana ha multado, hemos regalado guantes y bolsas y no podemos gastar más dinero en limpieza. Nos gastamos 19 millones de euros al año, una cifra enorme. También es cierto que somos una de las ciudades que tenemos mejor resuelto el tema de los contenedores y la recogida de fracción orgánica. No obstante, me preocupa mucho que todos los actos de incivismo, ya sean destrozos, pintadas y todo tipo de delitos nos cuesten, a todos juntos, un millón de euros. Se podrían hacer muchas cosas con este dinero.
—Está terminado el Pla Especial de la Part Alta?
—Se está valorando el PEPA, Pla Especial de la Part Alta. Éste definirá cuáles son los espacios libres que tiene que tener esta zona de la ciudad. De hecho, se busca modificar el PEPA de los años 80. Muchos de los objetivos ya se han ido haciendo, como la plaza de Àngels, la plaza Ripoll, la plaza del lado del Escorxador, pero también hay varios elementos y aspectos obsoletos. Ahora mismo, ya no tiene sentido generar zonas verdes, sino preservar el entorno y facilitar que haya más comercios de artesanía. En los años 80, el plan pretendía eliminar la prostitución y, sobre todo, sanear edificios.
—Han concedido la licencia de obras para crear un hotel en Ca l’Ardiaca. No obstante, hay un propietario que los ha llevado a Fiscalia. ¿Qué harán al respecto?
—Los técnicos dirán lo que se tiene que hacer al respecto, pero nosotros no podemos permitir que Ca l’Ardiaca esté así, es una vergüenza. El propietario tiene todo el derecho a defender sus derechos, pero no podemos dejar el tema enquistado eternamente. Si no sacan el proyecto adelante, expropiaremos.
—¿Hay novedades con respecto al futuro del parking Jaume I?
—Hace unos meses, no encontramos un acuerdo entre todos los grupos políticos. Nosotros queríamos que, tal como votaron los ciudadanos en una encuesta, que se destinara a equipamiento socio cultural, básicamente dedicado a la fiesta. Ahora bien, PP, CDC y C's querían recuperar la figura del parking. Decidimos cerrar primero el tema del Banc d'Espanya y los deberes que nos hemos puesto es ponernos de acuerdo con Jaume I este segundo semestre. Eso estará acondicionado por el juzgado, pero hace falta decidirse y tener un proyecto.
—En clave deportiva, ¿las obras del Nou Estadi del Nàstic afectarán a las actividades?
—La actividad futbolística no. Los movimientos de los socios o espectadores sí que se verán un poco afectados, pero sobre todo se podrá notar en los lavabos, la seguridad y los accesos. Ya hemos contratado 21 lavabos portátiles.
—Hace unos meses, desde Tgna Bàsquet se quejaban de las diferencias en las subvenciones a entidades deportivas. ¿Cómo lo explica?
—No hay ningún inconveniente para que lo soliciten. Ahora bien, como ya se sabe, hay unos acuerdos que no son nuevos que se suscriben con varios equipos desde hace años.