Diari Més

La iglesia de Bonavista continúa sin campanas medio año después de inaugurarse

La intención del mosén era que los elementos pudieran repicar ya para la festividad del 15 de agosto, pero el Ayuntamiento no ha encontrado espónsores

Imagen del templo situado cerca de la plaza de la Constitución del barrio.

La iglesia de Bonavista continúa sin campanas medio año después de inaugurarseCristina Aguilar

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Medio año después de la inauguración del templo parroquial de Bonavista, las campanas siguen sin repicar. No repicanbásicamente porque no se ha instalado todavía ninguna, a pesar del compromiso del Ayuntamiento de Tarragona, de asumir el coste de estos elementos, tiempo atrás. El mosén del templo confirmaba ayer a Diari Més que todavía están a la espera de que aparezcan espónsores que puedan costear este elemento primordial para un templo de culto.

La ilusión del sacerdote, Isidre Foguet, era que para el 15 de agosto, coincidiendo con la Fiesta Mayor del barrio y el día de la patrona de la iglesia, pudieran estar ya instaladas y repicando, llegando a todos los rincones de Bonavista, pero finalmente no ha sido así. El project mánager de esta edificación, Santi Prats, ya explicó durante el acto de inauguración en el mes de marzo, que la propuesta predilecta parael Arzobispado sería instalar un conjunto de tres campanas, por unos 34.800 euros. Aunque lo que realmente querrían es poder adquirir entre cinco y ocho elementos en total.

«No entiendo cómo puede haber una iglesia sin campanas, eso es como una tele sin antena, le falta una de las partes principales», apuntaba Emilio Hernández, a uno de los primeros vecinos que acogió el barrio de Bonavista. ¡«Al menos tendría que haber una»!, añadía un compañero suyo. Aunque son muchos los que reclaman este elemento emblemático, otros vecinos del barrio hablaban con cierta indiferencia del tema, «no voy a la iglesia, no entro ni salgo a opinar de lo que hagan o pongan», explicaba una mujer.

Otro de los aspectos que crea cierta sorpresa en el barrio es que tratándose de un templo de nueva construcción, con un coste de 2.166.000 euros, no se haya instalado un equipo de refrigeración potente, con el fin de hacer más confortables las eucaristías o los oficios solemnes, en los días de canícula veraniega. «A una boda, un bautizo, una comunión o uno entierro no se puede aguantar el calor que hace. Es insoportable. ¡Qué iglesia! Y todo eso después de la cantidad de millones que se han gastado. Es vergonzoso», apuntaba a Irene Márquez.

Los pasos todavía no caben

La primera Semana Santa del templo, dedicado a Santa Maria Assumpta, acabó con una notable polémica: resulta que algunos de los pasos no cabían por la puerta, ya que a la hora de realizar el diseño, no se tuvo en cuenta ni la anchura ni la altura del acceso principal, con respecto a las necesidades de las cofradías del barrio. «Nosotros seguimos los planos que nos dieron. Los que hicieron el diseño se tenían que haber encargado de preguntar las necesidades. Ahora es muy difícil que se pueda modificar la altura porque encima de la abertura de la puerta hay hormigón, no se puede ampliar así como así», explicaba ayer uno de los trabajadores que formó parte de la obra. Los tres metros y 75 centímetros de la puerta abatible imposibilitan que dos pasos de Semana Santa puedan salir del templo, sólo el elemento de Jesucristo puede hacerlo. «Tampoco se calculó bien la anchura, en vez de haber hecho el acceso de tres metros tendría que haber sido de tres y medio, ya que los elementos para girar las dos puertas ya ocupan 25 centímetros a ambos lados y hacen que vaya justo», añadía a este profesional de la construcción.

Aparte, siguen sumándose las críticas de los vecinos por la frialdad del espacio, ya que a causa de los ajustes presupuestarios, no se pudo revestir de color blanco el hormigón de la parte interior. «Creo que se ha gastado el dinero de cualquier forma, a mí y a mis compañeros no nos gusta como ha quedado», afirmaba Hernández.

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