El delfín encontrado en Móra murió a causa de una enfermedad pulmonar

La cría de delfín listado, encontrada el pasado miércoles en la playa de la Mora, acabó muriendo. El cetáceo estaba enfermo y, según los especialistas del CRAM (Centro de Recuperación de Fauna Marina), es probable que se separara del resto de delfines, ya que no podía seguir el ritmo. Este tipo de cetáceos sufren el síndrome de encallamiento: se debilita, queda retrasado de la mandada y tiene tendencia a llegar a la arena. Según los expertos, eso es lo que le pasó a la cría de delfín encuentro el miércoles en Tarragona.

El CRAM, una fundación que pertenece de la Generalitat y que da asistencia a las especies marinas amenazadas del litoral catalán, llegó al lugar de los hechos después de que la Guardia Urbana los avisara. Cuando llegaron, el animal ya estaba cerca de la arena y se encontraba desorientado, lo cual facilitaba su manipulación. «Estaba oscureciendo y resultaba difícil llevar a cabo una valoración», explicaba Elsa Jiménez, presidenta del CRAM. Aun así, los expertos van medida la frecuencia cardiaca y respiratoria del animal, lo cual permitió ver que el cetáceo estaba nervioso y estresado. «Era normal, lo manipularon muchos bañistas», asegura Jiménez. Los veterinarios observaron, in situ, que el animal tenía un ojo abierto y uno cerrado, síntoma que sufría una enfermedad grave. Además, tenía tendencia a nadar hacia la derecha.

Por normal general, el CRAM hace una extracción de sangre para analizar el estado de salud del animal. Pero en este caso no fue posible, ya que el animal entró en shock durante la exploración de la veterinaria y murió de manera natural. Ayer hicieron la necropsia al delfín y todo apuntaba que murió a causa de una patología pulmonar.

Cada año, el CRAM se encuentra con una decena de casos de cetáceos vivos en el litoral catalán. El listado es la especie más habitual, seguido del cap de olla gris, el mular y el rorcual común.

Recomendación

El hallazgo del delfín causó una gran expectación entre los bañistas de la playa de la Mora. Tanto estuvo así que el animal entró en un estado de estrés, a causa de la manipulación de los bañistas. Es por eso que, desde CRAM, recomiendan que no se tiene que tocar el animal. «Hay gente que actúa de buena fe, pero sin conocimiento. Es mejor no intervenir», decía la directora del CRAM.