Estudian la posibilidad de construir la nueva biblioteca en el mercado
Josep Maria Prats quiere sacar adelante un plan para gestionar los espacios y convertir Tarragona en ciudad lectora
El Ayuntamiento de Tarragona está estudiando si, «arquitectónicamente», es posible trasladar la biblioteca de Torreforta dentro del mercado municipal del barrio. La voluntad del consistorio es ampliar las actuales instalaciones que se sitúan dentro del centro cívico. El concejal de Cultura, Josep Maria Prats, detalla que «dependemos de los técnicos de arquitectura y hemos encargado el proyecto para ver si el local cumpliría con las dimensiones y si sería viable». En este sentido, destaca que «la actual biblioteca es muy pequeña, tiene 300 metros cuadrados y creo que el nuevo espacio podría llegar a triplicar esta dimensión». La decisión de situar la nueva biblioteca de Torreforta en el mismo mercado municipal de la zona se da a la vez que «casi la mitad del mercado se ha quedado vacía», detalla Prats.
Este proyecto, sin embargo, no es lo único en materia de bibliotecas. El concejal asegura que el objetivo de esta legislatura –a raíz del pacto con PP y PSC– es el de «convertir Tarragona en una ciudad lectora». De esta manera, recuerda que «la ciudad tiene un déficit brutal de bibliotecas». Calcula que, según las recomendaciones que hace la Generalitat de Catalunya en dotación de bibliotecas porconcentración y número de habitantes, Tarragona «tendría que tener entre cinco o seis». Ahora bien, actualmente existe la Biblioteca Pública Central, perteneciente a la Generalitat, situada en la calle Fortuny, la de Torreforta y un Punto de LecturaenSant Pere i Sant Pau. Prats explica que con el fin de elaborar el Plan de Bibliotecas de Tarragona, «primero tenemos que poner orden y hacer que sea el departamento de Cultura aquel que regule estos servicios municipales».
De hecho, quiere conseguir una dotación presupuestaria para cada una de las municipales, ya que, actualmente, no todas tienen. «La de Torreforta depende del departamento de Servicios Sociales y el punto de lectura de Sant Pere y Sant Pau de Cultura, espacio que a corto plazo habría que convertir en biblioteca,» añade. Además, asegura que habrá que nombrar a una persona que haga de coordinadora de las bibliotecas, con el fin de hacer también actividades conjuntas, tanto entre las municipales como con la de la Generalitat.
Con respecto a las conversaciones para trasladar la biblioteca central a la Tabacalera, Prats explica que hay buena predisposición por parte de la Generalitat, pero reconoce que «si mañana mismo aprobáramos el proyecto y decidiéramos que el actual pasa a Tabacalera, nos tendríamos que esperar al menos 25 años para que fuera una realidad».