Los instrumentos tradicionales lucen con la Entrada de Músicos del Seguici
El Portal del Roser y la plaza de las Cols se llena de curiosos para disfrutar de las interpretaciones
«Venimos cada año desde 1997 como Bufalodre. Este acto es como una presentación de aquello que somos y de todo aquello que somos capaces de tocar, es una especie de tanda de lucimiento». Así es como el músico Francesc Sans describía ayer la celebración de la Entrada de Músicos. Pocos minutos antes que el portal del Roser se convirtiera en el portalón de entrada de la música del Seguici Festivo de la ciudad, más de un centenar de músicos ya estaban preparados, acabando de afinar los instrumentos, para mostrar su valía.
Los encargados de iniciar el camino –de un recorrido que unía el Portal del Roser y la plaza de las Cols– fueron la formación So Nat Grallers de Tarragona, interpretando a Els Segadors. Asimismo, cerca de una veintena de formaciones desfilaron, delante de centenares de personas que llenaban la plaza del Pallol, pero también buena parte de las escaleras|escalas de la Catedral. Una de las miembros de So Nat, Roser Olivé, destacaba el relevo generacional que ya se está produciendo dentro de los grupos de música tradicional. «Varias formaciones de las cuales podemos ver hoy y grupos como la Tradiband, están formados por exalumnos de las escuelas de música de la ciudad, como El Tecler,» explicaba.
Por su parte, el sacaire de Bufalodre Francesc Sans explicaba que «en nuestra formación vivimos con mucha ilusión y gusto que la gente quiera tocar instrumentos tradicionales, ya que todos nosotros somos docentes e intérpretes a la vez. Eso nos permite ver la continuidad y la evolución que se está produciendo». Con una sonrisa, también detallaba que «somos un grupo de Valls, pero somos la orquesta sinfónica del país que no existe, ya que somos cuatro: dos catalanes, un mallorquín y un valenciano».
Durante cerca de una hora se oyeroninstrumentos como la tarota, el tambor, la trompa, el flautín y el tamboril, entre otros. El buen tiempo permitió que la expectación del público fuera creciendo. Entre los asistentes, había la joven Paula Collado que reconocía que «es la primera vez que vengo a ver la entrada de los músicos, pero me gusta. De hecho, venimos a ver a una amiga». A su lado, Clàudia Fontboté, de 21 años, consideraba que «siempre ha habido una tradición musical en este ámbito. Es cierto que hay más costumbre en las Terres de l'Ebre, con lasbandas, pero Tarragona ha ido ganando mucho con el tiempo».
El sonido de grallestambién despertó la curiosidad de los más pequeños. Varios centros escolares aprovecharon para hacer una visita a la Part Alta. Entre estos, había grupos de primaria de la Escuela Saavedra. La maestra Rosa Vergara, de segundo curso, explicó que «hemos aplicado el proyecto Santa Tecla y hemos aprovechado el cuento de la Cucafera, nueve de este año, para hacer el mismo recorrido que ella hace por esta zona». En primera fila, los más atrevidos, de entre seis y siete años, no tenían ningún problema al opinar sobre las bandas que veían. Ismael tenía claro que, más adelante, quiere tocar la gralla, mientras que Aymar decía que «yo soy más de trombón» y Aina quería conocer el tambor.