Para Ballesteros la propuesta de Santa Gadea evitará «equipamientos fantasma»
El plenario aprueba por unanimidad que se descentralicen los actos de Santa Tecla hacía los barrios
Una moción de ICV-EUiA para preservar la gestión pública de los equipamientos deportivos municipales, que finalmente ha sido desestimada por el plenario del Ayuntamiento de Tarragona, ha vuelto a enfrentar al alcalde, Josep Fèlix Ballesteros, y el grupo municipal de ERC por la posible privatización de la gestión la Anilla Mediterránea. El portavoz de los republicanos, Pau Ricomà, ha pedido que se desestime la propuesta de la empresa Santa Gadea, que ofrece la construcción de equipamientos enCampclar por valor de 15 MEUR a cambio de poder gestionarlos durante 40 años. Ricomà ha recordado que el acuerdo incluiría el pago de un canon anual de 2,5 MEUR por parte del Ayuntamiento durante 40 años. Ballesteros ha recordado que la propuesta se está estudiando y ha criticado las «tonterías» y »barbaritats» que se han dicho sobre este tema, a la vez que ha garantizado que la titularidad de los equipamientos será pública. Sin embargo, el alcalde ha defendido que se encuentren alternativas de gestión para evitar tener «equipamientos fantasma».
El alcalde ha reprochado a los republicanos que eso es precisamente el que ha hecho el Gobierno cediendo a la empresa Viding la gestión del Complejo Sant Jordi por un periodo 40 años, sin poder tener ningún control de los precios, y ha afirmado que, cuándo se conozcan los informes de Santa Gadea, «quedarán bien retratados». Además, el alcalde ha vaticinado que pasará el mismo con el Palau d'Esports y ha justificado una posible externalización de la gestión de equipamientos por la imposibilidad del Patronato de Deportes de ampliar su plantilla como consecuencia de la LRSAL.
Descentralizar los actos de Santa Tecla hacía los barrios
El plenario del Ayuntamiento ha aprobado por unanimidad una moción que insta a descentralizar algunos actos de las fiestas de Santa Tecla en los barrios. La propuesta del Círculo Podemos Tarragona lo han defendido los grupos de ICV-EUiA y la CUP, los cuales han subrayado la poca cantidad de actos que se hacen fuera de la Part Alta y el centro. Según sus impulsores, la moción apuesta por la cultura popular como herramienta de cohesión social y vertebración, ha apuntado la concejala cupaireLaia Estrada.
El gobierno ha aceptado abrir un «debate amplio» sobre esta cuestión, aunque ha advertido que programar más actos fuera del centro comportaría «cambiar el modelo actual», según la portavoz del PSC, Begoña Floria. Precisamente, varios representantes de la plataforma ‘Farts de Soroll’ de la Part Alta de la ciudad han asistido al pleno y han repartido un manifiesto de protesta entre los concejales y los asistentes en que denuncian estar hartos del ruido que ocasionan las fiestas y, especialmente, la proliferación de bares y terrazas. La entidad también ha exhibido varias pancartas y ha entregado una al primer teniente de alcalde, Alejandro Fernández y a la portavoz del PSC, Begoña Floria.
La abstención del PSC tumba una moción de sus socios del PP
La abstención de los socios de gobierno del PP -PSC y UDC- ha evitado que prospere una moción de los populares contra iniciativas inconstitucionales que perjudiquen la autonomía y autoridad de las instituciones catalanas. El portavoz del PP y primer teniente de alcalde, Alejandro Fernández, ha cargado contra las posturas rupturistas del Parlament de Catalunya. La moción ha recibido el apoyo de C's y el rechazo de CDC, ERC, CUP e ICV-EUiA.
El plenario sí que ha aprobado por unanimidad una moción impulsada por el grupo municipal de Ciutadans en que se ha acordado la celebración de un pleno monográfico sobre el estado de la ciudad. Los grupos, la mayoría de los cuales han remarcado la conveniencia de este tipo de plenos, se han emplazado a iniciar un proceso para regular la participación de la ciudadanía a través de preguntas o ruegos en este tipo de sesiones extraordinarias.
El alcalde regaña a un concejal de la CUP en un debate sobre la limpieza de la ciudad
Por otra parte, el gobierno municipal ha tumbado una moción de la CUP en que solicitaba la instalación de lavabos públicos en la ciudad. Todos los otros grupos hay votado a favor excepto C's, que se ha abstenido. Tampoco ha prosperado una propuesta de ERC que proponía mejorar la limpieza pública en la ciudad de Tarragona. El alcalde ha reivindicado que «la ciudad se limpia y mucho», pero al cabo de un rato vuelve a estar sucia y ha puesto en valor «la extraordinaria profesionalidad» de los trabajadores. En este punto, el concejal de la CUP Jordi Martí ha instado al alcalde a decir públicamente que la culpa de que la ciudad no esté limpia es de la ciudadanía. El alcalde ha admitido que hay algunos ciudadanos incívicos, pero se ha mostrado «cansado de que se pongan en duda los trabajadores y los esfuerzos que se hacen, que son superiores a los de otras ciudades». Mientras el alcalde hablaba, el concejal ha seguido cuestionando la gestión que se hace del contrato de la basura y su coste, lo cual ha crispado los ánimos de Ballesteros. ¡«Señor Martí»!, ha llamado de forma contundente al alcalde, quien ha pedido al concejal que se comportara y que respetara su turno de palabra.
El caso Inipro vuelve a salir al plenario
Por otra parte, la CUP también ha preguntado al alcalde sobre el caso Inipro. Ballesteros se ha limitado a responder de que la decisión de convocar el polémico concurso el año 2010 fue «del órgano correspondiente» y que la persona que decidió las empresas que se invitaban fue «quien tenía la competencia». Finalmente, preguntado por las acciones que había hecho como alcalde para comprobar que los trabajos desarrollados por Inipro y pagados a pesar de varias advertencias de ilegalidad se habían realizado, Ballesteros se ha limitado a decir que «el alcalde no es el órgano de control de ninguna contratación» y ha insistido en que la ilegalidad que se advertía era de un presunto enriquecimiento injusto si no firmaba las facturas. En otro orden de cosas, el grupo municipal de ERC ha pedido una auditoría permanente de la Fundación Tarragona 2017. Varios grupos también han criticado que el consistorio prorrogue de forma sistemática varios contratos y que renuncie continuamente a optar a mejores condiciones y a municipalizar algunos servicios.