Al menos ocho calles de Bonavista sufren cortes continuos de luz en las farolas
Los vecinos se muestran preocupados por la inseguridad que se crea, la semana pasada un hombre agredió a una mujer y nadie fue capaz de identificarlo
Los vecinos de Bonavista están cansados de las continúas apagones de las farolas de la vía pública. Según denuncian, es un hecho que sucede desde hace años, pero que en los últimos dos meses se ha visto incrementado de forma exponencial. Y no sólo en una calle, según han explicado ciudadanos de varias zonas del barrio a Diari Més, los cortesde corriente eléctrica se producen en más de media docena de vías, como mínimo en ocho. Las calles afectadas son laTres, laQuatre, laCinc, laSis, laDeu, la Dinou, la Vint-i-dosy la Vint-i-tres. «Pasa tanto que últimamente ya nos hemos acostumbrado a estar sin luz al menos dos veces a la semana», explicaba Piedad Moreno.
Esta falta de visibilidad preocupa especialmente porla sensación de inseguridad que crea. De hecho, el pasado domingo 25 de septiembre, en la calle Tres con la Vint-i-use produjo un hecho delictivo, que según aseguran los vecinos, quedó totalmente impune, ya que nadie fue capaz de identificar al presunto autor, ni la matrícula del vehículo que conducía, al estar la vía a oscuras. «Un hombre bajó del coche y empezó a pegar a una mujer, la tiró incluso en el suelo. Oíamoslos gritos, y todo eso a oscuras. Cuando llegó la policía ningún vecino pudo dar una descripción, porqueque nadie desde arriba, lo había visto al detalle porla falta luz», apuntabaLuis, quien reside en la misma calle de los hechos.
¿«Nosotros pagamos nuestros impuestos como el resto de vecinos de Tarragona, porque no podemos tener luz?», decía Francisco Díaz. Su hermano, iba un poco más allá: «El alcalde sí que tiene dinero para comprarse coches de 50.000 euros, pero no para arreglar la luz de Bonavista... Yo lo invito a que venga aquí de noche, en una de estas calles sin luz, que saldrá incluso sin gafas. Hay mucha inseguridad».
El miedo de algunos vecinos, especialmente de vecinas, a bajar a la calle con la oscuridad, es palpable. «Mi mujer me ha dicho alguna noche, que prefería bajar y coger el coche para ir a comprar lo que le hacía falta, aunque la tienda la tuviera cerca», exponíaFran Fernández. «No ve más allá de las narices. Yo porque vivo en la Canonja y sólo paso por las calles oscuras con bus, pero si tuviera que hacerlo andando, me daría miedo», apuntaba a una señora. «A mí me preocupa porque mi mujer cuando no hay luz en nuestra calle no sale a gusto», explicaba Edurardo Pérez.
La muestra más clara que la situación ya se ha eternizado es que un grupo de vecinos han creado, incluso, un grupo de WhatsApp para alertarse mutuamente de los cortesde suministro a las calles, y llevar un registro más o menos fiable. Algunos de estos residentes más activos se han llegado a poner con contacto directamente con la SECE (Sociedad Española de Construcciones Eléctricas), que gestiona el mantenimiento del alumbrado público en la ciudad. «Hemos llegado a la conclusión que cuando la queja es colectiva, se hace más fuerza y lo solucionan antes», explicaba un vecino, quién se lamenta de la situación: «Nosotros somos ciudadanos de tercera»?.
Estos cortesde suministro, según los vecinos, son ajenosalas obras de soterramiento de las instalaciones eléctricas de la plaza de la Constitución (que ya finalizaron) y a posibles pinchazos de luz de la vía pública hacia en un domicilio, ya que no han observado ningún cable sospechoso, y los hechos suceden en muchas calles diferentes.