«Conciben España como un país exótico»

El llorencenc Eduard Rebollo conoció la ciudad polaca de Poznan en 2014, cuando fue a estudiar un Erasmus. Ahora ha vuelto por amor, estudios y trabajo. Actualmente cursa un Master en Relaciones Internacionales, que combina con su trabajo de camarero en un restaurante de cocina española.

—¿Cuál fue su primera impresión del país?

—La primera impresión fue bastante chocante. Recuerdo coger el tren desde Varsovia que me llevaríahasta Poznan y sentir que me encontraba en un lugarcompletamente diferente. Lo que más me chocó en el primer contacto con el país fue la arquitectura, con una fuerte influencia soviética.

—¿Cuáles son las principales diferencias con Cataluña?

—Las diferencias culturales más evidentes vienen marcadas muchas veces por los horarios. Por ejemplo, nunca hacen durar una comida más de lo que tardan al acabarse el plato. Normalmente, hasta que no es de noche no se sientan todos juntos en una mesa.

—¿Cuáles son los lugaresmás característicos de Poznan?

-Stary Rinek, que es el mercado viejo, y el pequeño centro de la ciudad.

—¿Qué es lo que más le ha chocado de su cultura?

—Ver cómo las distancias que guardan desde un buen principio desaparecen para dar lugar a una gran amabilidad y calidez.

—¿Le ha pasado algún hecho curioso?

—Hace un par de semanas, en la inauguración del local de cocina española en el cual trabajo, entró un hombre de edad adelantada gritando«¡viva España!» con mucho entusiasmo. Le pregunté qué era lo que le gustaba tanto de España y dónde había estado. El hombre, todo tranquilo, me dijo que no había estado nunca, pero que era uno de sus sueños de joven que no pudo cumplir por el hecho de vivir bajo el régimen comunista de aquellos tiempos. Aun así, el hombre sentía una devoción sin límites hacia el país donde nunca había podido estar.

—¿Qué visión tienen los polacos de los españoles?

—Conciben España como un país exótico. Les gusta su gente y en general se entiende un tipo de devoción que a estas alturas todavía me cuesta entender.

—¿Cómo se está viviendo la crisis?

—Ellos no tienen la sensación de estar en crisis. Aquí la tasa de paro es muy baja y hay trabajo paratodo el mundo. El país más bien está creciendo. La crisis que ellos están experimentando es una crisis democrática.

—¿En qué sentido?

—El presidente y el primer ministro actuales son del mismo partido, uno muy conservador, cosa que no es buena porque no hay ningún tipo de oposición a la hora de aprobar leyes. La libertad de expresión, tanto en la parte cultural como en los medios de comunicación, está siendo restringida constantemente. Eso y una serie de nuevas leyes ponen en peligro los derechos democráticos del pueblo polaco.

—¿Qué es lo que más añora de Cataluña?

—La familia y los amigos en primer lugar y después ya vienen el mar, la vida en la calle y la alegría en las caras de la gente. ¡Y no lo olvidemos, el fuet y la butifarra blanca!

—¿Se imagina estableciendo su vida en Polonia?

—De momento no, ya que no me veo estableciendo toda una vida en un mismo lugary no podría vivir muchos años más con este clima.