Dos gimnastas dispuestas a «aprovechar la tirada|tiro que da una medalla»

La gimnasia rítmica aterriza en la Tarraco Arena Plaça con un Trofeo Internacional con regusto a los Juegos del Mediterráneo. Lo hace, además, con dos invitadas de lujo, dos de las gimnastas del Equipo Olímpico Español. Sandra Aguilar y Artemi Gavezou despiertan poco a poco del sueño que vivieron en los Juegos Olímpicos de Rio. Después de conseguir la medalla de plata ya hace dos meses, confiesan que «todavía estamos en una nube, poco a poco vamos volviendo a la realidad».

Las dos gimnastas coinciden en que todavía «están despertando de una realidad que parecía imposible pero después de la medalla ya volvemos a estar en la vida real». Reconocen que es un retorno «muy pausado y tranquilo a la rutina después de los actos derivados de la medalla» y, además, porque «ha sido un año muy duro» con toda la preparación y la disputa de los Juegos.

Prueba de fuego de cara a los Juegos del Mediterráneo

Precisamente uno de estos actos es el que las ha traído a Tarragona. «La Federación invita a los atletas cuando hay acontecimientos en ciudades que acogerán competiciones importantes para probar las insta·lacions», afirma Aguilar. Es por eso que el Trofeo Internacional de Gimnasia Rítmica cobra un sentido especial y la TAP se convierte en un escenario de lujo; esta competición es una prueba de fuego de cara a los Juegos del Mediterráneo que Tarragona tiene que acoger el próximo año.

Más allá de hacer una cata de las instalaciones, las dos deportistas olímpicas participarán en una masterclass con un grupo numeroso de las participantes. De momento, dicen, disfrutan con este tipo «de actos y otras cosas que van saliendo sobre la marcha». Además, tienen claro que toda esta campaña promocional que están viviendo ahora es «gracias a haber conseguido la medalla, ahora tenemos mucha repercusión y tenemos que aprovechar la tirada que nos da eso». En este sentido, reconocen sentirse cómodas y «agradecemos todos estos actos, nos sirven para sentirnos valoradas en un deporte que, por mala suerte, no tiene el trato que se merecería en este país».

La plata olímpica, un premio y una motivación

Haber conseguido el segundo lugar en los Juegos Olímpicos puede tener dos lecturas. Tanto Sandra Aguilar como Artemi Gavezou coinciden en hacer una lectura positiva: «No pensamos que se nos escapó el oro, dimos lo mejor de nosotras y la plata es un excelente premio», afirma Aguilar; «estaba todo muy trabajado, esta plata es todavía más una motivación», concluye Gavezou. Además, las dos gimnastas resaltan la «capacidad de superación y constancia» de todo el equipo en un deporte tan subjetivo: «Es muy fácil estar arriba de todo y que, al mínimo error, te penalicen y pases a estar abajo», sentencia Aguilar.

Tanto las dos gimnastas presentes en Tarragona como el resto del equipo español tienen tiempo para hacerse a la realidad. A pesar de no tener el calendario ya definido, «hasta marzo no tendremos la primera competición». Una vez vuelvan a la pura rutina, los ojos estarán puestos en un objetivo muy próximo: «Ahora pensamos en el Mundial del 2017, Tokio 2020 queda demasiado lejos». Las dos gimnastas, sin embargo, se muestran muy prudentes, reconociendo que no se fijan nada «a largo plazo, vamos preparando año a año porque no se sabe nunca que puede pasarle a un deportista». Sea como sea, todavía les queda tiempo para disfrutar de un merecido reconocimiento y de presumir de la medalla olímpica.