«Los mercenarios de la salud me han dejado inválida para toda la vida»
Una técnico de Enfermería de Joan XXIII que sufrió una torcedura denuncia negligencia de la mutua MC Mutual, una intervención errónea y trato denigrante
Cristina bailaba, y mucho. Cristina practicaba el taekwondo. Cristina conducía ambulancias, paseaba sus perros y pocas enfermeras –ella quiere que se diga técnico de enfermería– eran tan activas como ella. Había salvado decenas de vida y todos los que la conocían al Hospital Arnau de Vilanova, en Lleida, o al Joan XXIII, en Tarragona, la recuerdan como una joven activa y, sobre todo, fuerte. Cristina ahora sólo hace una cosa: llora. «Y me sabe muy mal, porque no he sido nunca una mujer de llorar, todo lo contrario». Pero las circunstancias le han caído encima. Un mal gesto mientras cuidaba de dos enfermos a «cardiología» ha derivado en que un médico amigo le revelara una verdad dos años después: «Has quedado coja para toda la vida».
Hablar con Cristina Díaz es difícil. Ella intenta digerir todo lo que le ha pasado, pero es imposible. Respira con dificultad cuando tiene que explicar su calvario. Llora. Se enfada. Y su relato indigna. El mal ya no es sólo físico –me temo– los meses de operaciones y la inactividad en alguien que es muy activo, ha ido disminuyendo los ánimos. Ella ama por encima de todo a su hijo, el Yago, que es quien la anima a vivir, a sus dos perritos Rex y Nita, pero, sobre todo, a su profesión. Le pregunto por un tatuaje curioso: un electrocardiograma tatuado en el brazo. Pienso que tienes que amar mucho tu trabajo para hacer eso.
Una simple torcedura
Todo empezó a las cuatro de la tarde del 7 de octubre del 2014, cuando un mal gesto hizo que alguna cosa crujiera dentro de su pierna. Incluso la paciente de «cardiología» en la que estaba monitorando preguntó qué había sido aquel ruido. Cristina decidió acabar de atender a los dos enfermos que estaba preparando para una intervención. Después, se preocupó de ella. Ya eran las seis de la tarde cuando la trataron en urgencias. Le detectaron una fisura en el menisco, una tendinitis y una bursitis. Le hicieron un vendaje compresivo, le inyectaron heparina y se marchó con la recomendación de hacer reposo y de andar con muletas. Siguiendo el protocolo de accidente laboral, la Unidad Básica de Prevención la envió a la consulta de la mutua privada MC Mutual, en la calle de Alguer de Tarragona, «aunque también está subvencionada por el dinero tuyo y mío», añade a su relato.
«Todo fuera... y a andar»
Dentro de aquella clínica –sigue explicando– no la atendieron, ya que le dijeron que le retiraban el vendaje, que sólo se trataba de una leve tendinitis «todo fuera... y a andar». Ella ya sabía que eso era inviable, pero decidió andar, aunque doblada y con las muletas. «Tuve que ir unas veinte veces a Urgencias como consecuencia del dolor insoportable que sufría. Allí estaba horas ingresada, me ponían una vía, se hacía el informe...». Su rodilla sana empezó a tener una sobrecarga que anunciaba que las cosas se podían complicar. Así fue. Una posterior visita a la consulta de la mutua tuvo consecuencias más desagradables todavía: «Me atendió la directora, que me trató de estafadora, de querer intentar cobrar el 100 por 100 de mi nómina. Con los nervios que pasé desarrollé un hipertiroidismo que me engordó. Aquella mujer me dijo que era una intolerante al dolor, que estaba gorda y que tenía las caderas desgastadas».
Cristina dice que le hicieron una radiografía que dio un resultado contrario a aquella valoración «tenía las caderas perfectas, lo que sí que he desarrollado es una sobrecarga muscular de andar coja dos años». Cristina contestó que era feliz trabajando, que no sabía hacer otra cosa en su vida, además a mi nómina sólo constan 500 euros más. No lo necesitaba. «El 18 de noviembre del 2014 la mutua me dio el alta, coja, con muletas y rodillera ortopédica en la rodilla que no me había hecho daño (para cargar el peso sobre la pierna buena). Me incorporo al UCI con vendaje de kinesiología y con muletas. Allí alucinaban. Directamente me hicieron sentarme. Me tocaba UCI Coronaria». A la media hora se le hinchó el tobillo y sus compañeros llamaron a la supervisora de guardia. «Me dicen que cómo puede ser que esté así. Qué cómo podía producirse aquella situación. Contesté que había sido MC Mutual el que lo hacía todo». Se redactó otro informe. La vuelven a vendar, pautar muletas, heparina, no deambulación y la vuelven a derivar en la mutua por recaída. «Uno de los responsables de administración me atendió y empiezan a tratarme de Usted, que no lo habían hecho hasta aquel momento. Y me pidió que hablara con el médico que me atendió. Me pidió disculpas. Me ofrecen en aquel momento empezar de cero y que ahora ya sí que me tratarían la pierna derecha, después de más de un mes».
No me doblegarán
A mí me han dejado coja, pero te juro que no me doblegarán. No para mí, sino por la gente que no tiene recursos». Sanidad sancionó la mutua por falta grave. Ahora, uno de los mejores bufetes de abogados de Cataluña le lleva el caso que tiene diferentes ramificaciones: Por una parte, existe una demanda civil contra MC Mutual y el ICS; una reclamación en el Juzgado del social reclamando una incapacidad absoluta, ya que ahora tiene concedida la total. En esta denuncia está implicada la Tesorería de la Seguridad Social además de la mutua.
La diferencia entre total y absoluta es que la primera considera que no puede hacer su labor habitual como técnica en enfermería, pero sí que podría trabajar en otra actividad. Su caso ha ido a parar al Defensor de Pueblo y Cristina no se detiene a la hora de exponer su caso: ya sea por Youtube, en sus webs o en change.org, donde tiene una petición que ya han firmado más de 3.000 personas. «Me dicen que está la vía administrativa y civil; pero que la penal es inviable, pero no me detendré, existe la vía penal y la haré me cueste lo que me cueste». De momento, el Col·legi de Metges ya ha abierto expediente al médico de la mutua.