«No hay perros ni razas potencialmente peligrosas, hay propietarios inadecuados»

Es cíclico, cada cierto tiempo se hace público el caso de un perro que ha enloquecido y ha atacado a varias personas. El último, hace pocas semanas en Barcelona, con nueve heridos. El educador y adiestrador canino Oscar Ibáñez, de We can dogo activities, aporta algunas claves para entender qué lo desencadena, y sobre todo, quién es el responsable.

—Qué lleva a un perro a atacar de una forma tan salvaje a las personas que tiene alrededor?

—Siempre paga las culpas el perro... Nunca nos pararemos a pensar porque atacó, seguramente había un motivo, quizás no estaba suficientemente bien educado. El propietario de este tipo de animales tiene que tener unas capacidades adecuadas. Siempre digo que no hay perros ni razas potencialmente peligrosas, hay propietarios inadecuados para tener depende de qué razas. Son perros que, para tenerlos, tienes que contar ya con cierta experiencia para saberlos duro.

—En España, la ley considera a ocho razas de perro como potencialmente peligrosas, en qué se basa para sostener su tesis?

—Son potencialmente peligrosos porque si atacan, porsu fuerza y por sus características físicas, pueden hacer mucho daño. Incluso pueden matar, pero la agresividad o la conducta no será muy diferente que la de un Chihuahua de dos kilos que querrá atacar otro perro. El motivo puede ser exactamente igual, como una mala socialización. El potencial de uno es que te puede matar y en cambio, el otro, sólo romperte el pantalón.

—Entiende Usted por lo tanto, que el propietario es el responsable del ataque?

—Todo lo que hace el perro es responsabilidad del propietario. Si tienes un perro que ataca, es un animal que tú no has sabido educar adecuadamente. En el caso de Barcelona, por ejemplo si hizo aquello, seguramente otras veces ya había tenido algún tipo de episodios parecidos, pero quizás no tan graves.

—Aparte, el animal en este último caso no llevaba bozal ni iba ligado.

—Es muy extraño, tenía que llevar el bozal, evidentemente. Hay unas normativas y aquella persona las estaba incumpliendo. También tengo que decir una cosa, quizás aquel perro no era el mejor perro del mundo mundial, pero pasó alguna cosa que le provocó un estado de estrés y la situación hizo de que todavía se estresara más.

—Considera seguro tener este tipo de perros en hogares donde hay niños pequeños?

—No tiene que ser ni más ni menos peligroso que cualquier otra raza. Se supone, claro está, que eso ya es otro tema, que el propietario está capacitado con una mínima experiencia de cómo educar un perro. Es que educar a un Rottweiler, más o menos, es como educar a otra raza, cada una tiene sus peculiaridades evidentemente, pero el hecho de ser un Rottweiler no lo hará ni más ni menos peligroso. En otros países, esta raza no causa ningún problema. En Alemania es casi un símbolo nacional, no se los digas allí que es peligroso.

—Explíquese.

—Allí están criados y seleccionados adecuadamente, aquí por desgracia, hay cría indiscriminada, lo que comporta que caiga en manos de personas no adecuadas. Es una rueda.

—Cree que se tendría que educar a las personas a la hora de tener un perro por primera vez?

—Sí, exactamente, como educador me encuentro más en la situación de tener que educar al propietario, que es el responsable del animal. Es importante que sepa lo que tiene y sus responsabilidades, que son muchas. Muchas veces equivocamos el concepto de «tengo un jardín con mucho espacio, ya puedo tener un perro», y no es así. El concepto importante es si tengo tiempo para dedicarle al perro. Tiempo para educarlo, enseñarle un buen comportamiento o socializarlo. Si tienes espacio, perfecto, porque en algunos momentos le vendrá bien porque tendrá lugar dónde correr, pero no como norma para que pueda estar ocho o diez horas sol, ya que siempre acaba habiendo problemas de conducta en estas situaciones.

—Qué tipo de problemas?

—Es muy probable que el perro cometa errores desde el punto de vista humano, que para él no lo son, como ladrar, hacer sus necesidades en casa, romper cosas... Son cosas naturales, si él se aburre, tiene que morder alguna cosa.