«El volumen de delitos ha ido bajando durante los últimos cinco años»
Después de meses, se ha conseguido contener los robos en domicilios, una de las grandes preocupaciones de Mossos y ciudadanos
Estamos condenados a entendernos. Policías y periodistas chocamos especialmente cuando los titulares van a contracorriente. Siempre hay una cierta incredulidad cuando entrevistas a un alto cargo que pinta de rosa las cifras, pero en esta ocasión el entrevistado tiene la habilidad de seducirme con su relato. De hecho, hablo con Jesús Ruano, un cargo policial de los Mossos, que además de Derecho ha estudiado Ciencias Políticas. Y ya lo creo que se nota. Ruano es un hombre próximo y muchos lo conocen en Reus, el Vendrell, y otros puntos de la provincia, especialmente en Amposta, donde fue durante 20 años jefe de la Policía Local. Ahora llega a Tarragona, como Subjefe de la Región Policial del Campde Tarragona. Responde prudente y mirando a los ojos. Sabe frenarse cuando llega el momento. Hablamos desde una ventana de la comisaría que da en Camp Claro. Aquel barrio donde años atrás sonaban tanto las sirenas e incluso había dormido algún etarra. Ahora, el tiempo ha pasado y todo ha cambiado. Creo.
—¿Qué le viene de nuevo o qué le preocupa su nuevo destino en Tarragona?
—No tengo ninguna preocupación nueva. Siempre he trabajado en la Región (Tarragona) y conozco perfectamente cuál es la problemática sociodelincuencial de toda la región. Sustituyo el intendente Rafael Comas que estaba haciendo un trabajo extraordinario, por lo tanto no hay nada que cambiar.
—¿Son los robos con fuerza y especialmente a viviendas un objetivo prioritario? Tengo entendido que ha habido meses de aumento de hechos.
—Sí, ha habido unos meses, a principios de 2016, que se incrementaron. De hecho desde la dirección de Mossos se planteó una estrategia de contingencia que afecta a todo el cuerpo y en lo que estamos trabajando. En estos momentos ya tiende a bajar y mantenerse en los niveles anteriores.
—He ido a cuatro juicios, tres eran de las Terres de l'Ebre y uno del Vendrell. Casualidad o es que son zonas especialmente calientes.
—No es así. Las Terres de l'Ebre no son escenario de más ni menos delitos que otros territorios en relación a su población. Sí que es conocido que es un lugar que, por situación geográfica, el Delta posee playas vírgenes que son un lugar donde los delincuentes creen que pueden trabajar con más intimidad. El Baix Penedès sufre de una forma más cruda la crisis y las precariedades y eso hace que temas como las relaciones vecinales, la presencia de extranjeros en las calles o la violencia doméstica parece que sea más visible.
—¿Y en Reus?
—En Reus son más frecuentes los atracos en farmacias o comercios, quizás simplemente porque hay más comercio.
—¿Tenemos mafias en la costa? Siempre lo pregunto porque he trabajado en la Costa del Sol y los rusos y los británicos hacen su agosto.
—En nuestra costa no tenemos constancia de que existan estas organizaciones criminales. Cuando menos, no tenemos evidencias de que existan bandas afincades en nuestro territorio.
—Estos robos con fuerza y también los que se cometen con violencia e intimidación dan una sensación de inseguridad. ¿Nos tenemos que preocupar?
—Desde hace cinco años que se van reduciendo el volumen de hechos delictivos, entre ellos los robos en domicilios. Año tras año las cifras van bajando y estamos a menos de un 16 por ciento acumulado en estos cinco ejercicios.
—¿Cuál sería el reto?
—Mantener la senda en descenso y seguir reduciendo los niveles de criminalidad de forma persistente.
—Se han hecho hace pocos días detenciones en la autopista de delincuentes que venden, roban y se marchan. ¿Es una práctica habitual?
—El tema de la movilidad de los delincuentes es un tema que va asociado al desarrollo social. Ellos saben que es mucho más difícil pillarlos si hacen 100 kilómetros, cometen el delito y vuelven a su municipio que si lo hacen cerca de su domicilio. Pasa en todas las regiones.
—Me han dicho que conoce muy bien el fenòmen Top Manta. Hábleme de eso.
—Afortunadamente las administraciones han tomado consciencia de que la solución al Top Manta no es policial. Simplemente, mantenemos un equilibrio que evita la confrontación social. Habría que fijarse en el otro Top Manta, el de compras por internet en la China de artículos falsificados.