Vómitos y mareos a causa del calor que se sufre en el CAP Sant Pere i Sant Pau

Vómitos, mareos y migrañas. Estos son algunos de los síntomas que sufren trabajadores y usuarios del Centro de Atención Primaria de Sant Pere i Sant Pau a causa del calor que hace en la primera planta de las instalaciones. Y es que, según los trabajadores, el aparato del aire acondicionado no funciona correctamente y las consecuencias son temperaturas de más de 30 grados.

Esta situación, según los empleados, se vive desde hace muchos años, pero «ahora hemos decidido denunciarlo, ya que trabajar con estas condiciones es inhumano», asegura una enfermera del CAP a Sant Pere y Sant Pau.

El problema es que sólo hay un sistema de climatización, –que también calienta–, en todo el equipamiento y que este no está bien regulado. El aparato está ubicado en la planta baja y, para evitar que los trabajadores de este piso no pasen frío, se sube la temperatura. Es entonces cuando los empleados de la primera planta «morimos de calor», dice la enfermera. Pero eso no sólo pasa al invierno. En verano, el aire acondicionado está al mínimo a fin de que los de la planta baja no pasen frío. Pero nosotros pasamos mucho calor», asegura la enfermera.

Algunos testigos aseguran que la situación es insoportable. Los usuarios se quejan de la alta temperatura y el personal del centro tiene que salir a fuera del edificio para poder recuperarse del calor. Algunos trabajadores han sufrido episodios de vómitos, de mareos e, incluso, dolores de cabeza difíciles de solucionar.

Es por eso que el sindicato de sanidad, USITAC, pide al Institut Català de la Salut que solucione, de manera urgente, esta situación. «No es lógico que un centro médico tenga que sufrir estas condiciones. La temperatura tendría que estar regulada», reivindica Josep Tutusaus, secretario general del sindicato USITAC, quien añadió que «llegaremos donde convenga para poner fin a esta situación».

Con respecto a los trabajadores, aseguran que la solución sería cambiar el sistema de climatización e instalar tres aparatos, uno en cada planta, de esta manera se evitaría los cambios de temperatura. «Trabajamos a 30 grados, tenemos la sensación que estamos a pleno mas de agosto», asegura a la enfermera. Los empleados están desesperados, ya que muchos pacientes deciden cambiar de cabeza o bien no ir, a causa de la alta temperatura que sufren en las salas de espera. De momento, sindicato y trabajadores no descartan llevar a cabo alguna concentración si el ICS no resuelto pronto «esta situación inhumana», dicen.